Luego de cuatro días de recorrida tanguera por las milongas porteñas (en la confitería La Ideal, Mano a Mano, Salón Canning y La Viruta), el resultado de la antesala de la octava edición de la Cumbre Mundial del Tango es positivo. Así lo asegura Miguel Roldán, presidente de la Fundación Patagonia y Tango.
Mucha gente se sumo a los sorteos que se realizaron en las milongas, por estadías, pasajes y entradas para la cumbre. El sábado la recorrida culminó en La Viruta, donde a pesar de la lluvia, el público se hizo presente y vibro en el subsuelo del club Armenia.
"En este salón de baile se respira felicidad y alegría, aquí la gente viene a divertirse no importa la edad que tengan ni el estilo musical que le guste más, acá se escuchan todos", dice María, ganadora del premio.
Ese es el sentido de la cumbre Mundial del Tango, según los organizadores, lo importante es que las personas interactúen, se conecten y se sientan a través de la danza.
Este año el escenario elegido para la cumbre mundial es San Carlos de Bariloche y tiene sus motivos. Patagonia es una ciudad de mitos y leyendas que deslumbra a toda persona que pasa por allí. Patagonia y Tango es el contraste de dos bellezas, una natural y la otra un arte.
Roldán dice que es consciente del efecto que genera a nivel nacional e internacional el festival y opina que es una buena oportunidad de dar a conocer el país y de mostrar al mundo la excelencia en calidad y servicios que puede brindar la provincia de Río Negro.
"Estoy muy emocionado, porque a raíz de los problemas mundiales se suspendieron tantas actividades que por momentos creí que se suspendería también la cumbre mundial del Tango. Tuvimos que movernos mucho para conseguir los recursos, esta edición 2009 verdaderamente es un sueño hecho realidad", concluyó.
Informe: Lorena Arceri