Una carnicería de la coqueta localidad turística de Ostende resultó ser no sólo el depósito de tiernos matambritos, sabrosos costillares y apetecibles mollejas, sino también el escondite de cocaína, marihuana y éxtasis que eran comercializados simulados entre plebeyos churrascos.
Fuentes policiales informaron que por esa cuestión fueron detenidos tres hombres y una mujer acusados de vender la droga a turistas mientras despachaban bifes y otros inofensivos cortes en la carnicería ubicada dentro de un supermercado de esa villa balnearia de Pinamar.
De acuerdo con lo descubierto por la DDI Dolores, la división Narcocriminalidad de Dolores y la Estación Comunal Pinamar, en el comercio había 300 gramos de marihuana, casi medio centenar de pastillas de éxtasis y paquetes de cocaína listos para la venta, añadieron las fuentes.
Entre cuchillas, chairas y medias reses fueron arrestados una mujer de 38 años y tres hombres de 33, 28 y 19 años.
Contaron los voceros que la investigación comenzó al principio de este año por "denuncias realizadas por vecinos del local, que observaban movimientos extraños en la carnicería", y que no se correspondían con las tradicionales maniobras de desposte y deshuesado de las que suelen hacer gala los hábiles y habitualmente fornidos carniceros.