Kate Moss siempre da que hablar, tanto en sus declaraciones como en los escándalos en los que se ve involucrada de tanto en tanto. Esta vez se trata de un festejo de aquellos: una fiesta de cumpleaños de viernes a domingo, sin parar.
Y si hay que pasarla bien suponemos que pensó Kate- hay que hacerlo a lo grande. Primero la mejor bebida: champán a 660 euros la botella. Y quizá el mejor lugar: París. Al parecer, alquiló un tren para que la modelo y sus amigos puedan asistir a la fiesta en la capital francesa durante todo el fin de semana.
Según informa el DailyMail, asistirán su actual novio, Jamie Hince (de 40 años) más un amigo futbolista y su novia.
A Kate le deben gustar mucho las fiestas interminables, el año pasado decidió que la celebración dure 34 horas, una por cada año cumplido. ¿Qué hará el año próximo?