Varias empresas ya apostaron a este tipo de discos de almacenamiento digital. Ante el avance del uso de las netbooks, los discos de estado sólido son cada vez más requeridos.
Las unidades solid state drive (SSD) o discos de estado sólido, están desde hace varios años prometiendo desplazar a los discos rígidos tradicionales de platos giratorios. Pero hasta ahora se habían quedado acechando, debido mayormente a su escasa capacidad en comparación con los otros y su alto coste.
Pero ahora su uso se está expandiendo a grandes pasos. Mayormente, se los está utilizando en las cada vez más populares netbooks, sobretodo porque son capaces de mantener la información aún si todas las fuentes de energía se hubieran desconectado, a la vez que soporta cualquier golpe o sacudida sin problemas. Pero también varias notebooks las prometen, e incluso reproductores portátiles de música y video.
Varias empresas ya apostaron a estos discos, y últimamente Imation, Kingston e Intel, entre otros, efectuaron anuncios de desarrollo de estos discos, por ahora enfocadas mayormente para empresas. Kingston acaba de anunciar, por ejemplo, que lanzó al mercado sus primeras unidades de discos de estado sólido denominadas SSDNow serie E y SSDNow serie M. La SSDNow serie E está diseñada para servidores empresariales, mientras que la SSDNow serie M apuesta a los usuarios que ya exigen estos discos para las notebooks.
Actualmente, la capacidad de los discos SSD que se encuentran en el mercado suele oscilar entre los 4 y los 256 gigabytes. Pero IBM ya está probando discos gigantes de 4 Terabytes, es decir, 4.096 GB, para grandes empresas.
Los SSD son una integración del disco rígido o disco duro (tecnología magnética con cilindros y los cabezales) con memoria flash (que no tiene partes móviles y es la utilizada, por ejemplo, en los pendrives, cámaras digitales y teléfonos celulares). Al no tener partes móviles, se evitan problemas de pérdida de información ante vibraciones o golpes. Pero además pueden acceder más rápidamente a la información. Además, la forma de grabar y leer los datos es más rápida y los requerimientos de energía son menores que con los discos rígidos comunes. Por último, producen menos calor, porque al no disponer de partes móviles en su estructura, permiten una mayor duración de las baterías de los equipos que incorporen estas unidades.
Lo negativo sigue siendo su precio, todavía un poco elevado , y el hecho de que su vida útil es limitada. Como el acceso al disco es más frecuente, se desgasta rápidamente. Por otro lado, no hay opción de recuperar los datos si hay alguna falla del hardware. Si una celda se daña, se pierde la información.
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