¿Cuántas veces, fuera de contexto, pasa alguien con el perfume de esa persona especial y te quedás ahí, colgada en tus pensamientos, que la traen a vos en ese preciso instante?
Son los aromas que te conectan con alguien, o con algo, ya sea un lugar o un encuentro especial... Así, conservamos prendas de un amado que se fue, y nos aferramos a él a través de un sweater que nunca más lavaremos porque todavía lleva su fragancia.
Además, el perfume nos da ese toque diferente, único y personal. El acto de perfumarse tiene también un destino de seducción, y sus resultados pueden ser muy estimulantes en momentos íntimos. Es que el olor es un signo clave dentro del lenguaje del erótico.
Los aromas son un potente estimulante sexual, y el olor corporal es un rasgo distintivo que nos permite conocer al otro, que por más que no tenga una fragancia extra, tiene el suyo propio que lo identifica del resto. Algunas veces lo sabemos apreciar, otras no, claro que dependerá del vínculo que creemos.
Ese aroma corporal, es el que puede provocar emociones y reaccionamos ante él con atracción o rechazo. Porque la impresión olfativa puede decidir si nos acercamos a alguien o no, según la fragancia que desprende. Percepciones que pueden ser totalmente conscientes o inconscientes.
En el contacto íntimo que supone todo encuentro sexual, los aromas del otro, ya sean corporales o artificiales, quedarán grabados en nuestra memoria olfativa y es a partir de allí, que los amantes mantendrán una intensa relación aromática. Adoran el olor de su pareja, lo cual los erotiza, llegando incluso a producirse una mixtura de fragancias que convertirá el olor del otro en el propio.
Se estima que los olores pueden influir en los procesos hormonales. La copulina, por ejemplo (secreción vaginal), incrementa los niveles de testosterona del hombre que la huele en un 150%.
En cuanto a las feromonas, sustancias que regulan el comportamiento sexual de los animales, dos de ellas están presentes en el sudor humano, sobre todo en el masculino: la androstonona y el androstenol. Este último, muy similar en su estructura química al almizcle, una fragancia que tiene una larga tradición como ingrediente erótico del perfume y que, además, se encuentra en el apio, vegetal estimulante, y en la trufa, considerada afrodisíaca.
Está claro que el perfume, es un condimento no menor para tener en cuenta en todo encuentro sexual, con el fin de hacerlo más intenso y excitante. Sólo es cuestión de ir experimentando, testear, cuál los erotiza más.
¿Le das importancia a los olores en el sexo? ¿Creés que un buen perfume es importante a la hora de seducir?