El rugby argentino juega en este momento el scrum más duro de su historia. Pelota dividida, dientes apretados, miradas recias, empujones de unos, empujones de otros. Se agarran de las orejas, de los pelos, de donde sea... Hay intereses varios, también miserias. ¿Y la camaradería del deporte de la ovalada? ¿Qué quedó de esos terceros tiempos en los que se hacía culto de la amistad? Hoy todos desconfían de todos. Jugadores de dirigentes, dirigentes de jugadores, ídolos del ayer de ídolos de hoy... Se revolvió el avispero, algo parecido a lo que pasó _pasa, en realidad_ en el mundo del tenis. ¿Catarsis por el fin de año? Quizás.
Lo cierto es que se están sacando los ojos en ese scrum simbólico. Profesionalismo sí, profesionalismo no. Eso, sumado a una insaciable lucha de poder, sacó a la luz un conflicto que todavía hoy tiene un final abierto. Anoche, por lo pronto, la Comisión Directiva de la Unión Argentina de Rugby (UAR), bajo la presidencia de Porfirio Carreras, solicitó la renuncia de Hugo Porta como representante de la entidad ante la International Rugby Board (IRB). Esta resolución se tomó al cabo de la Asamblea Ordinaria y Extraordinaria a raíz de unas declaraciones hechas por Porta al diario Perfil en contra de la dirigencia de este organismo. Sin pelos en la lengua, el apertura por excelencia fue durísimo, más allá de que después trató de poner paños fríos, diciendo que había sido una charla con un estudiante y no con un periodista. Detalle no menor: posó para las fotos en su oficina de Olivos y hasta puso cara de feliz cumpleaños."Hay dirigentes que se mean por una camiseta de Pichot", fue el título en cuestión. Para qué, los dirigentes se pusieron como locos y en horas le dieron curso a su salida "por unanimidad".
Jorge Búsico, en su interesantísimo blog de rugby, analizó la situación bajo un encabezado tan frío como contundente: "Derrota". Y ahí hace una descripción sobre el caótico cuadro de situación. Aparecen comentarios, además, en los que todo es furia y decepción. " Aclaro antes que nada que dejo de lado al Porta jugador, algo que no se discute, ya que fue uno de los mejores. Pero enfocándonos en el tema de sus críticas, no hay que dejarse engañar. Porta critica a la dirigencia actual de la UAR y a la del rugby en general, pero cuando el cumplió el rol de dirigente fue un desastre", señala José Campos. "Da pena que esto continúe, como da pena todas las cosas que sufre Argentina, y siempre por la misma razón. Como la esperanza es lo último que se pierde, el 18 -en una de esas- el olmo de peras. Aguante Hugo, usted tiene que seguir con UAR", se lamenta Harry. "Lo del resarcimiento económico a los clubes cuyos jugadores emigran al profesionalismo... Mmmmm... Sería un poco como que la universidad publica/el estado reclame un resarcimiento por sus egresados que pasen a trabajar en el sector privado...", agrega Gustavo. Y sigue las firmas, por supuesto.
"La pregunta que se impone es: ¿cómo y con quiénes afrontará el rugby argentino este tiempo que le corresponde? Ojalá que esta nueva derrota sirva para construir en una dirigencia que históricamente se la ha pasado destruyendo, desconfiando, castigando y olvidando lo que enseña el rugby", cierra Búsico y deja pensando a entendidos y entendedores.