Algo serio está pasando en el mundo de la Fórmula 1. Para muestra, hoy el equipo japonés Honda anunció que se baja de la máxima categoría de automovilismo a raíz de los públicos problemas económicos que sacuden al planeta. Cuentan, incluso, que por estas horas otras escuderías analizan cómo hacer para hacerle frente a un 2009 que, financieramente hablando, viene muy cuesta arriba. Por una razón fundamental: son altos los costos de puesta en pista y en paralelo las empresas ya no están dispuestas a desembolsar cifras astronómicas. Sí, algo en el camino no cierra.
Honda, que ponía 500 millones de dólares anuales, hizo hoy el triste anuncio. De no aparece en tiempo veloz un "valiente" comprador, la Fórmula 1 tendrá en 2009 únicamente nueve escuderías. "Si los equipos no se dan cuenta ahora de lo que sucede, entonces debemos abandonar toda esperanza", advirtió el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, Max Mosley, quien desde hace años presiona para introducir fuertes medidas que permitan reducir costos.
El jefe de Honda, Takeo Fukui, muy dolido, señaló: "Fue una decisión muy difícil, pero la incertidumbre de la economía mundial obligó a la empresa a eliminar los gastos en el deporte de las carreras."
Ya a principios de temporada, los japoneses retiraron su apoyo financiero al equipo Super Aguri, lo que obligó a la escudería a retirarse de la competición. Incluso, la empresa ni siquiera actuará
en el futuro como proveedor de motores.
"Es una gran pena", dijo hoy el jefe de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone. "La FOTA (Asociación de Equipos de Fórmula 1) espera que la progresiva experiencia técnica del equipo en Barckley no se pierda y pueda reanudar la competición deportiva pronto", comunicó el presidente del organismo, Luca di Montezemolo, que al mismo tiempo es el máximo responsable de Ferrari.
El jefe de la Federación Internacional de Automovilismo, Max Mosley, aprovechó esta baja para insistir en su exigencia de introducir un
motor único que reduzca los gastos en la Fórmula 1.
Junto a otras medidas de ahorro, escribió Mosley en una carta enviada a todos los jefes de equipo, el motor único permitiría sobre todo a las escuderías privadas "sobrevivir en el difícil clima económico actual".
Tras convocar a los constructores, la FIA está en negociaciones exclusivamente con Cosworth sobre la fabricación del motor estándar. Pero los fabricantes involucrados, como Ferrari, Mercedes
y BMW, se negaron hasta ahora de forma terminante a adoptar la medida.
"Los costos para participar en el campeonato mundial son insostenibles", advirtió Mosley, algo así como el paladín del ahorro. Ecclestone, sin embargo, no quiere ni oír hablar de un fin de
ciclo. "La Fórmula 1 no está en mayor crisis que cualquier otra empresa del mundo", dijo. Menos seguro se mostró el ex piloto austriaco Niki Lauda, tres veces campeón del mundo y hoy comentarista de la competición. "Sólo espero que esto no se contagie", expresó.
BMW, Mercedes y Ferrari no cuestionaron hasta ahora su continuidad en la Fórmula 1, pero Toyota, que será ahora la única firma japonesa en la especialidad, ya confirmó hace unas semanas que medita la posibilidad a medio plazo de dedicar su presupuesto deportivo a un regreso a la serie Le Mans.