Reconozcamos que suena tentador. "¡Sólo haga click aquí y obtendrá un paquete de software por 1 dólar!" o "Microsoft (o cualquier otra empresa reconocida) está haciendo una campaña especial, a los primeros cincuenta que se bajen el nuevo MSN, se les acreditará mil dólares en su cuenta" u otra más: "Sé el primero en tener el nuevo iPhone"...y los ejemplos pueden seguir hasta el infinito. Las estafas online están a la orden del día, y todas las estratagemas para sacarle dinero a los incautos o desprevenidos, se multiplican por la red.
En general, se trata de mensajes fraudulentos que llegan por correo electrónico, aunque ahora también lo hacen por los mensajeros instantáneos y hasta por mensajes de texto en los celulares. Muchos de ellos ofrecen servicios atractivos a bajo costo u ofertas de trabajo, y algunas suelen exigen primero que se efectúe un pago a través de la tarjeta de crédito o a través de un servicio de pago tipo Paypal (se imprime la factura y se la paga en un banco).
Una de las modalidades más utilizadas es la del Phishing, es decir mails provenientes supuestamente del banco donde los usuarios tienen cuentas, y que intentan engañarlos para que ingrese sus datos personales (contraseñas, números de tarjetas de crédito, etc.). Tanto el mail como el sitio al que se accede al hacer click desde allí parecen los originales, pero no lo son. Y suelen pedir datos personales, información que los bancos jamás solicitan a través de Internet.
Todavía te quiero . Un mensaje tan simple como ese puede resultar en una trampa peligrosa. Es que muchos lo abren sin siquiera ver el remitente, esperando alguna sorpresa agradable. Pero es un lobo con piel de cordero.
Para prevenirse hay que llevar a cabo una estricta política de control de mails. No abrir aquellos que tienen en su Subject o Asunto algún título atractivo, pero que provengan de direcciones desconocidas, o que utilicen palabras clave como "Viagra" o "Lottery", por ejemplo. Tampoco hay que brindar jamás datos personales clave por mail o en sitios desconocidos, como números de tarjetas de crédito, DNI, números de cuenta bancaria o claves.
Pero con eso no alcanza. Los filtros antispam rechazan a unos cuantos de estos mails, pero no a todos. Y los que están detrás de estas estafas siempre están pensando en nuevas estrategias de ataque para burlarlos. Si de casualidad se abre uno de estos mails, no se debe hacer click sobre los enlaces que vienen allí, porque no sólo puede llevar a caer en algún fraude, sino que además se puede estar infectando la computadora con algún troyano o virus.
Además de la prevención, también es importante contar con herramientas de protección adecuadas, que velen por la integridad de la computadora. Los paquetes de seguridad incluyen programas antivirus, antiespía (spyware), firewall (para mantener a raya a quienes quieran meterse en la computadora a través de Internet) y antiphishing, entre otros. Lo ideal es instalarlos antes de empezar a usar la PC por primera vez (o, al menos, antes de conectarse a Internet) y mantenerlos actualizados constantemente.
Sólo en Estados Unidos, las pérdidas por el robo de identidad alcanzan un promedio de u$s 500 millones por año.