Es atractivo y excitante. Una voz en el teléfono que puede hacernos jugar con la imaginación y pasar un rato de placer, con el otro y con uno mismo.
Pero ¿puede convertirse en una práctica adictiva y llevarnos al aislamiento?
La sexóloga Mercedes Vega, opina que se trata de una estrategia sexual que alivia durante un momento la falta de pareja o de compañía ocasional presente. "Preocupa ver como las personas en vez de buscar soluciones para reactivar su vida en este campo de manera explícita, encuentra formas de ocultar momentáneamente necesidades básicas de todo ser humano", sentencia.
Las posibilidades son diversas en estos encuentros sexuales al teléfono: ocasionales, con más de uno o en pareja. En muchos, también despierta deseos que pueden continuar con mayor intensidad, una vez que ambos se encuentren físicamente.
Defienden esta práctica principalmente, quienes conforman relaciones consolidadas que, por distintos motivos, deben permanecer en lugares diferentes.
"Mi pareja vive en Estados Unidos y yo en España. Aunque viajamos mucho para vernos, pasamos la mayor parte del año separados, y el teléfono -como también Internet- nos sirve para mantener viva la pasión y la relación. Si no fuera por esto, lo nuestro ya hubiese terminado hace tiempo", se sincera Soraya Carballo, una asesora de turismo madrileña.
Por otra parte, no es lo mismo mantener este tipo de encuentros en forma esporádica, que transformarlo en una práctica constante.
"Quienes acceden a una charla erótica una vez, suelen repetir la experiencia varias veces hasta hacerla una tendencia que afecta y daña la personalidad sexual. Por mi parte, no la recomiendo. Sin dudas resultará más cómoda y menos comprometida, pero es en la vida real donde la persona debe salir, conocer gente y disfrutar plenamente del sexo, en vivo y en directo", sostiene la especialista.
Sin embargo ciertas veces, tener sexo telefónico no implica estar solo. Es aquí donde para muchos, se entraría en el terreno de la infidelidad, más allá de lo físico.
Según datos de una compañía telefónica española, sólo el 4 por ciento de los 243 encuestados que incurre al sexo telefónico fue descubierto. Ellos alegan que sus parejas no lo tomaron tan dramáticamente como si se hubiera tratado de una infidelidad en carne y hueso.
¿Mantenés o mantuviste este tipo de encuentros al teléfono? ¿Fue algo esporádico o conste? ¿Creés que es mejor que un encuentro virtual? Contános tu experiencia.