Muchos ya lo conocían de las recordadas veladas de humor del "Flan Club", en donde Matías Scarvaci , más conocido como Walter Di Meola, hacía de presentador de los monologuistas, reluciendo y destacándose entre todos de manera indiscutible; otros recién lo descubrieron hace poco en el programa "El último vuelo del día", conducido por Fabián Gianola y ahora en el de Mariana Fabiani. La cuestión es que el gran Walter Di Meola, el manager más trucho del mundo, está todos los sábados haciendo un unipersonal humorístico en la calle Corrientes, más precisamente en el bello y acogedor Bataclana bar & concert (Av. Corrientes 3500 -esq. Sánchez de Bustamante- reservas: 4862-0888) a eso de las 23 hs .
"Falop", "Un poquito", "Te quiero", "Los estoy queriendo" y "Te meto balazo"
, frases que repite su personaje, se han convertido en latiguillos que jóvenes y de los otros repiten en sus círculos de amigos. Claro, que a nadie le salen con la gracia y originalidad de este versátil actor que comenzó a estudiar teatro a los 18 años. "Pero desde los 7 yo sabía que quería ser actor. Miraba las películas de Jerry Lewis y ya lo imitaba. Estaba convencido de que a esa edad podía hacer lo mismo que él", cuenta Matías riendo. Como la mayoría de los actores, de chico era extremadamente tímido, al punto de que las madres de sus compañeritos la llamaban a su mamá "para preguntarle si yo tenía algún problema. Porque me pasa toda la tarde sin comer ni tomar nada. Estaba muerto de hambre y no comía por vergüenza", recuerda.
Por un lado, una gran timidez; por el otro, un mundo interno enorme que encontró su lugar y pudo expresarse a través de la actuación. "Al principio, era como muy contrastante, porque era muy tímido por un lado y muy sacado actuando. El día que fui a mi primera clase de teatro, y sentí lo que era actuar por primera vez... fue como el mejor polvo de mi vida. Y ahí encontré mi lugar", cuenta Matías, quien paralelamente, estudió abogacía en la UBA, y se recibió. La clásica opción B para tener a mano una carrera "seria", en caso de que nuestra vocación no nos de para comer, y más si esta vocación está ligada al arte, y mucho más aún si queremos ejercerla en nuestra amada y contradictoria Argentina. Igual, Matías nos cuenta que había una necesidad interna en él de estudiar esa carrera.
El dice que no se considera un humorista, sino actor en general. Por eso, siempre trata de estar haciendo varios trabajos en paralelo, en donde algunos personajes le demanden más humor y otros más dramatismo. "Lo humorístico me parece que surge como una necesidad de actuar, porque sino, cuando empezás salvo que seas una cara para "Verano del 98", no te llaman para trabajar. Entonces un día agarré algo de ropa, una peluca, me escribí un texto y me fui a actuar a los bares. Así empezó esta faceta humorística". Y es justamente esta comicidad junto a su gran expresividad actoral, su originalidad y sus modos tan particulares los que traen risas nuevas a los unipersonales de la movida porteña.
Si quieren divertirse, vayan a ver "Walter te mete bala" , en donde además de este genial personaje contando cuentos como el del "Enano Sartenazo" un enano de circo convertido en mega estrella del conurbano, con desviaciones sexuales y problemas de adicción , habrá otros como Rodolfito, Reina, un jugador empedernido y un cirujano plástico muy particular. En fin, un plan más que interesante para un sábado a la noche.