Villa Fiorito se quedó sin la firma de su hijo pródigo: alguien robó la curva inferior de la letra "O" de la palabra "Fiorito" en la estación de tren del barrio. Ahí, Maradona había dejado su rúbrica frente a las cámaras de "Argentinos por su nombre", el programa de Andy Kusnetzoff.
El autógrafo no aguantó más de 24 horas en su lugar. Lo que podría haber sido orgullo de los pobladores del barrio ahora es botín de un delincuente.
Así, el recuerdo del día que Maradona volvió a su barrio y le puso su sello apenas quedará en la televisión, donde Diego Armando protagonizó la última emisión de "Argentinos por su nombre", el domingo pasado. "Parece que alguno vio el programa a la noche y vino y lo sacó", contó un vecino en diálogo con el programa Mañanas Informales.
Paradoja: este delito también habla de los argentinos por su nombre.