Anna Kournikova encontró una manera más simpática de llegar a sus fans, aparte del tenis: la rusa está cada vez más abocada a su carrera como modelo (el año pasado, por ejemplo, facturó tres millones de dólares en este rubro). Su último batacazo fue posando para la edición norteamericana de la revista Maxim, luciendo un bikini dorado y blanco, a tono con sus cabellos blondos.
Anna mostró su escultural figura a la cámara en una playa californiana. Esta no es la primera vez que la modelo se saca (casi) todo para Maxim. Ya lo había hecho en 2004, 2005 y 2006. Lo que no se imaginaba cuando se inició en el mundo del glamour, pero ya comienza a conocer, es la ola de rumores sobre su belleza. Por ejemplo, tuvo que salir a desmentir que estuviera embarazada, que tuviera pechos siliconados y que usara botox.
A los 27 años (y retirada desde hace cindo del tenis), la rusa prefiere dedicarle sus días a su novio, Enrique Iglesias. "Las chicas lo miran a él, los hombres a mí. Es parte del trabajo, pero cuando es molesto, uno se cansa", dijo. Y admitió que piensa en el envejecimiento muy seguido: "Uno se vuelve más sabio y maduro. Uno se conoce más a sí mismo. ¿Cambiar eso por una piel más tersa? ¡Yo no!".