La banda de Pity pasó por Ciudad Oculta el domingo y el martes presentó "El exilio de las especies". El pibe más famoso de Lugano llegó con un chivo a upa y cien frases delirantes en la punta de la lengua.
Domingo 25 de mayo, día de patria. En Ciudad Oculta toca Intoxicados y una multitud de banderas con todas insignias de la patria stone flamean sin parar, las chicas al hombro lucen flequillos y calzas criminales. Los rocanroleros del barrio son muchos y copan la avenida Eva Perón esperando que salga Pity.
El festival, que convocó a muchas bandas más (Gardelitos e Hijos del Oeste entre otros) arrancó al mediodía, no se podría pedir mucha cordura a esta altura del partido, sin embargo la calle es una fiesta y en la calle se mezclan rockeros y bandas del barrio con niños, madres y abuelas. No hay bardo, hay códigos. ¿Y Pity? ¿Está? Nadie lo sabe a ciencia cierta. La gente espera, los organizadores esperan y las vallas de contención sufren.
De pronto, una turba de gente empieza a avanzar rumbo al escenario. Atropella levantando tierra y alaridos. En el medio unos pelos rubios, platinados, quemados. Es él, la fiesta tiene ya su invitado de honor y todos bailan. Todos lo quieren. El mundo de Pity es así, impredecible, sin redes, pero caóticamente poético.
Pity y la cabra
Planetario, dos días después. Marcela Crespo, que es un viejo amor de Pity y hoy su manager atiende el celular y se le llena la cara de sonrisa. "¡Era Pity, está en camino!", y aunque parezca normal, de hecho gente de todos los medios convocados para la presentación de su disco, no deja de ser una gran noticia.
La percusión de la banda abre la cancha con atuendo de medio oriente y Pity asoma con un chivo (¿o sería una cabra?) en brazos, toma el centro de la escena, presenta a su banda, Los Inconscientes y canta algunas canciones del nuevo disco. Las preguntas de la conferencia están casi de más, el tipo tiene su repertorio y escupe frases geniales como esta: "Hoy lo que tiene más valor es el tiempo, y dentro de unos años va a ser el agua; así que no sé si decirles que no pierdan el tiempo o que cierren la canilla".
No vamos a poner todas acá, para eso están los videos y en su voz quedan muchísimo mejor que en mis palabras. Simplemente decir que Pity es de los rockeros más queribles y creíbles que se conozco, y no por ser un genio (lo es). El tipo no es Carl Sagan, no es Eisntein, es un poeta suburbano que ama seguir pateando las calles de su ghetto, y eso es coherencia.
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