El domingo 25 Alejandro Ridilenir se sube al escenario de Thelonious para presentar su disco "En Construcción", para volver a ganarse el oído de algún otro desprevenido.
Como si se tratara de un ghetto que sólo estimula a pocos y entendidos, Alejandro Ridilenir sabe que dentro del jazz "cuesta encontrar lugares y cuesta llenarlos" . Pero no se resigna. Por eso, trata que cada uno de sus shows se convierta en una invitación a sumar un nuevo adepto, a un desprevenido que sin etiquetas- busca escuchar buena música o a un curioso dispuesto a romper con los prejuicios. Y lo logra.
Tiene 45 años, una abultada formación académica "afortunada", según sus propias palabras- y tres décadas de deambular por la vida colgándose la guitarra al hombro ya sea para oficiar de intérprete, compositor, productor o docente . Pero hoy toda su energía está puesta en el primer disco "En Construcción" que, junto a su cuarteto - Miguel Cucchietti en bajo, Rodrigo Genni en batería y percusión y Julián Hasse en bandoneón- presentan en distintos escenarios porteños.
"Mi música básicamente es instrumental con raíces locales en lo que a los ritmos se refiere y con la mirada del jazz como línea de fondo", explica Alejandro y señala que el género "hoy creció hacia espacios más masivos": "Ha sido considerado siempre un género difícil de oír pero creo que mucha gente lo encuentra fascinante".
Es que si bien el jazz no es un género nuevo, está ganando terreno y cada vez son más los neófitos que se acercan a ver de qué se trata. "Debido a que el jazz es en sí mismo una escuela, la cantidad de bandas de estudiantes es enorme. Obviamente estos estudiantes evolucionan y se convierten rápidamente en muy buenos artistas. El mismo entusiasmo puesto en el trabajo y el placer de tocar creo que fue muy contagioso y genero más movida de público", dice Ridilenir.
Sobre la escena local, Alejandro admite no demasiado en serio que "c uesta conseguir lugares y luego cuesta llenarlos". "Los músicos aparte tenemos el doble rol de productores y artistas lo que no es fácil. Yo me lo planteo como un desafió más y trato de llevarlo como parte de mi trabajo".
Pero entusiasmado enumera a los "históricos" que allanaron el camino como Walter Malossetti, Navarro, Fats Fernández y a las apuestas más "nuevas" de Mariano Otero, Luís Nacht o el Mono Fontana "que buscan hacia un lugar superinteresante".
Así es que el próximo 25 de mayo vuelve a subirse, guitarra al hombro, al escenario de Thelonious donde van a presentar el disco y a volver a ganarse el oído de algún otro desprevenido.
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