La historia se repite. El año del chancho tiene lugar cada trece años, y allá por el 95 nacía una banda bajo el nombre Chancho en Piedra. Sorteando todo tipo de obstáculos, se convirtieron en una de las bandas más convocantes de Chile, con una amplia discografía. Ahora, en el 2007, vuelven a empezar de casi cero para conquistar el mercado argentino, al que consideran como el más importante de Latinoamérica.
Para festejar su historia este año editaron un compilado que recorre toda su historia y muestra la evolución musical del grupo. Grandes éxitos de ayer y de Oink! muestra cómo el humor, el horóscopo chino y el compromiso político de los chanchos se mezclan con el rock-funk de su música. En una entrevista con Ciudad.com, Toño Corvalán, baterista de Chancho en Pierda cuenta cómo es hacer rock al otro lado de la cordillera.
Ya cumplieron trece años de carrera, ¿te acordás que significaba para ustedes Chancho en piedra cuando empezaron?
El nombre es como una salsa picante que se le echa al asado o al pan, para acompañar el sabor. Primero se nos ocurrió como un nombre chistoso, en ese momento sólo haciendo rock influenciado por toda la corriente californiana de los 90, entonces tener un nombre súper criollo para una banda que hacía rock ese era el chiste. Pero al final nos salió el tiro por la culata porque hot en día mezclamos el rock con el folclor. Esta salsa que se llama Chancho en piedra tiene hartos ingredientes y la música nuestra también, por lo que consideramos que era una buena analogía.
Este año están a pleno con que es el año del chancho, ¿se fijan en el horóscopo chino?
Sí, creemos totalmente en él. Cuando nosotros empezamos hace trece años dio la coincidencia de que era el año del cerdo, ya han pasado trece años, todavía estamos los mismos integrantes y tenemos una carrera en ascenso. Para celebrar eso quisimos sacar este disco de grandes éxitos y darle toda esta memorabilia del horóscopo chino.
En sus letras siempre está muy presente el humor...
Claro, humor y harta ironía, jugamos mucho con eso. Nos gusta hablar de los problemas sociales pero visto de una manera más fabulesca, hay hartos animales dentro de la fauna de canciones nuestras. Hay canciones de perros, de osos y de muchos más.
También están muy ligados a la realidad política de Chile, ¿crees que eso les abre o los cierra puertas?
Es un arma de doble filo. Para algunas cosas se nos han abierto muchas puertas pero para otras no tanta. En Chile post dictadura militar han cambiado muchas cosas pero también hay mucha gente que sigue muy retrógrada. Ahora nosotros tenemos un proyecto que estamos presentando sobre un hecho histórico que sucedió hace 100 años que fue la matanza de obreros en el norte del país, y tratamos de conseguir un auspicio para poder hacerla por todo Chile y en muchos lugares se nos cerraron puertas porque pensaron que la obra era un poco comunista. No quisieron jugársela y es lamentable.
¿Cómo ves el rock chileno?
Creo que hoy en día está complicado hacer rock en Chile. La industria ha cambiado totalmente y el pirateo ha casi destruido los sellos. Para una banda antes tener un contrato con un sello era todo, hoy en día las bandas tomaron su camino más independiente por el lado de Internet, donde pueden subir su música. Pero para mí el problema real es la difusión, en Chile hay un problema con la televisión que se basa en cosas superficiales y la gente se idiotiza con tonterías.
¿Pensás que en algún momento se puede crear un movimiento de rock chileno como pasó con Uruguay y México?
Sí, pienso en verdad todo parte de la legislación. Un tiempo atrás en Chile no se pagaban derechos ni tampoco había obligación de pasar música chilena. Hace unos años atrás se fijó un porcentaje pero aún sigue siendo bajo, hay poco apoyo y no hay muchos lugares para tocar. Las bandas nuevas están como huérfanas porque tienen que tomar el camino independiente y cuesta trabajo y años de esfuerzo. Hay mucha gente que al final se aburre y termina haciendo otra cosa.