Hace veinte años, el cantante italiano Luca Prodan murió acompañado únicamente por la miseria en un conventillo de la calle Alsina al 400 a causa de una cirrosis hepática. Su talento, sus actuaciones en vivo, su inigualable, sincera y desfachatada personalidad, hicieron que su figura se fuese agrandando con el tiempo hasta convertirse en un emblema del rock del país. Paradójicamente, dos décadas después, (hay que decirlo: en un lugar al que a Luca no le hubiese alcanzado la plata para comprarse una ginebra) frente a cientos de personas, se proyectó, por primera vez en la pantalla grande, una película que retrata su historia a través de su propia voz.
La logradísima forma de llevar adelante el relato fue el resultado de un excelente trabajo de archivo de Rodrigo Espina, el director del filme, que recurrió a los cassettes que Luca le envió a su familia durante los años que vivió en Argentina. A modo de ilustración, cartas suyas, letras escritas a mano y decenas de fotos se intercalan, a lo largo de 90 minutos, con shows en vivo de Sumo y con el emocionante testimonio de su madre, Cecilia, sus hermanos, Andrea y Michela y sus amigos, Germán Daffunchio, Timmy McKern, Alejandro Sokol, Sthepanie Nuttall, entre muchos otros.
Cada uno de los que aparecen frente a la cámara lo conocieron desde un lugar distinto y juntos pintan un cuadro perfecto de lo que fue la vida según Luca. Oír a su mamá contando una anécdota más graciosa que la otra ayuda a entender su carisma. Escucharla recordar cómo ella lo consentía y cómo su padre ("era peor que un alemán, ¡era austríaco!") quería imponerle orden, permiten entender su rebeldía. Los amigos de cada una de las etapas de su vida coinciden en que conocerlo les cambio e iluminó la vida. Lo definen como un ser único, talentoso. Y a sus chicas, todavía, les brillan los ojos cuando se acuerdan de los momentos que vivieron con él.
"Me parece un laburo impresionante el que hizo Rodrigo. Estoy muy orgulloso de él. Es difícil retratar una vida en una hora y media, pero la esencia está y eso está bueno", comentó después de la proyección que se hizo para la prensa el jueves pasado en The Roxy, Germán Daffunchio, ex guitarrista de Sumo y actual Las Pelotas.
Su hermano, Andrea, dijo: "La vi tres veces y me sigo emocionando como la primera vez. Eso es porque Luca era una persona que emocionaba hasta a sus propios familiares. Es un lujo poder estar en su compañía aunque sea virtual. Lo mejor que tiene la película es que mucha gente que lo conoció pudo devolverle la generosidad que él tenía de un modo verdadero, sin caretearla, diciendo la verdad sobre él, con lo duro y con lo bueno".