En el post 80 de los pelos largos para ellos, los jeans cintura alta y las camisas blancas con bordados de marca tipo Charro, nació esta banda joven con sex appeal literal y nombre robado del grafitti de una mueblería cerrada que decía "Vilma Palma e Hijos Vampiros de los Obreros. Revolución obrera. Muerte a los cerdos burgueses". De "no parar" la noche con fernet y proposiciones sexuales sin vueltas, en realidad, hablaban los hits que los llevaron de Rosario a los escenarios nacionales sin escalas, y con tres discos, a lo largo de los festivos 90.
Con La Pachanga como himno, letras repetitivas y un sonido único (ver recuadro), Los Vilma Palma e Vampiros también cautivaron a Latinoamérica. Por allá fueron a probar suerte cuando los siguientes discos no vendieron millones como los anteriores, y les fue bien. Tanto que "desaparecieron" del circuito local. En el medio se separaron, emigraron a Estados Unidos, cambiaron algunos integrantes de la banda que hoy tiene a cuatro históricos.
El sábado vuelven a subirse a un escenario en Buenos Aires después de 12 años, en el Baires Beer Festival, donde esperan "mucha gente" y que "no estén tan borrachos", dice el Mario Pájaro Gómez, el cantante de la banda, ya con el pelo más corto, en esta entrevista sobre el fenómeno de la banda que sigue viva: "no hay mucho secreto en esto más que la gente se prenda en lo que hacemos".
¿En qué anda la banda?
Tocando mucho por todo el país y mechando con el exterior. Arrancamos el año en Rosario, después fuimos a San Luis y ahora tenemos el Festival del sábado, más tarde una fiesta en Buenos Aires y la semana que viene hacemos Pergamino, La Pampa, Posadas, Trelew y para fines de marzo vamos a estar en Ecuador, Colombia por confirmarse para abril y en junio gira en Estados Unidos. En el medio vamos a hacer un show para grabar un disco en vivo con los éxitos de Vilma, con algunos temas nuevos, en Buenos Aires en el Ateneo. Creo que antes de junio, porque queremos que el disco salga para agosto.
¿Pero dónde estuvieron todos estos años? Porque no se los vio en mucho en Buenos Aires...
Sí, tenés razón que desaparecimos, pero nosotros nunca dejamos de tocar, ya sea acá o afuera. En los 90 tuvimos un auge terrible y estábamos en todos lados. En Buenos Aires, la última vez que tocamos fuera de las fiestas privadas fue en Berazategui en 1995, después de haber hecho el Ópera. Entonces, vamos a ver si ahora empezamos a reaparecer en este circuito, estamos hablando con alguna compañía.
¿Cómo son sus shows en las fiestas privadas?
Lo que hacen todas las bandas, como los Decadentes, La Mosca y hasta Los Pericos. Pueden ser casamientos como eventos y el show es el mismo, a veces un poco más corto y tratamos de tocar los palos, los temas que más pegaron. La última que estuvimos fue en diciembre en el Buenos Aires Design, para una firma, y estuvo buena porque el tipo quiso que tocáramos el show entero.
¿Cuál es el público que los sigue hoy?
Eso es bastante fluctuante. En los shows, por ahí ves un muchacho de 30 y pico de años que nos veía a los 14 o 15, pero a mí lo que me sorprende mucho -y que está buenísimo- es que nos encontramos con muchos chicos jóvenes que cuando salió Vilma tenían dos años, porque esta banda ya tiene 16. Es un fenómeno medio raro, porque no está en las radios sonando a full o en los canales de videos pero pasa. Y con los que pudimos hablar nos dicen que el viejo les dio el CD o un hermano y les encanta.
¿Y en el exterior?
En Estados Unidos es toda gente que escuchó Vilma en los 90, cuando vivían en Ecuador, Perú, Colombia, Honduras, Panamá, Nicaragua. Son todos los latinos que están trabajando en Estados Unidos, entonces, cuando vamos a tocar siempre se llena. Es toda gente que nos conoce de años.
¿Cuál es hit que más piden?
Hay cuatro canciones. Obviamente que la más emblemática es La Pachanga, con la que cerramos los shows y la gente se vuelve loca, pero también hay temas como Auto rojo, Fondo profundo y el mismo Bye bye que la gente los re canta. Y también las baladas como Mojada o Un camino hasta vos.
Mirá el video de Auto Rojo
¿Y están buscando sello acá?
Estamos viendo propuestas, porque hoy en día la venta de discos no es como en los 90. Nosotros tuvimos la oportunidad de ser disco de doble platino y haber vendido cuando los discos se vendían y no estaba la piratería de ahora, que sacás un disco y al día siguiente ya está en el e-mule para bajar. Así que estamos viendo eso o de forma independiente, que no es para nada difícil, pero sí hacerlo para que la gente escuche algo nuevo. Lo más piola es el disco en vivo, porque la banda suena muy bien, reeditar los temas viejos y meter cuatro temas nuevos.
¿A qué suenan los temas nuevos?
Estamos justo en el momento de ensayo, de sacar ese sonido. Hay un par que suenan bien al estilo nuestro y después hay uno que estamos trabajando mucho con las violas, que es un poco más fuerte porque la banda suena más rockera en vivo. Darle un toque sin que pierda lo que es Vilma Palma, porque nosotros tenemos un sello y si salís con otra cosa no sabés si la gente te lo va a tomar. Nos pasó. Porque después de los tres primeros discos grabamos cuatro discos más y medio como que no pasó nada. Así que estamos siendo selectivos para no pifiarla de vuelta, con total franqueza.
¿Qué les dicen en la calle cuando los reconocen?
Mirá la pregunta que me hacés... Cuando decimos Vilma Palma... ¡Qué hacés capo, Pájaro capo, grosso , me dicen así.