En vivo, African Unification.
Hubiera sido fantástico charlar con ellos cara a cara, ver de cerca esas benditas dreadlocks. O al menos, hablar por teléfono y poder oír en ese inglés callejero todas sus anécdotas, sus visiones de la actualidad y sus proyectos futuros. Pero tratándose de dos leyendas vivas: Cecil Spence (Skelly) y Lascelle Bulgin (Wiss), recibir una respuesta por escrito es más que suficiente. Dos rastas jamaiquinos de otra época, que nunca perdieron vigencia. Profetas musicales desde hace más de tres décadas, que llevan grabados 23 discos y una vida de película.
Su historia es por demás conocida. Los dos nacieron en la extrema pobreza, y fueron víctimas de la poliomielitis (enfermedad también conocida como parálisis infantil). Sus respectivos padres no tenían los medios necesarios para afrontar los gastos médicos y tuvieron que internarlos en un centro de rehabilitación, a donde se conocieron y del que fueron expulsados por cantar acerca de su fe y sus creencias religiosas.
Vivieron en la calle durante un tiempo, nunca dejaron de hacer música y finalmente pudieron grabar su primer disco "The same song" en 1976. En 1983 se separaron, aunque fue sólo por cinco años, gracias al consejo de Dr. Dread, quien recibió propuestas de producción de sus discos solistas, volvieron a unirse. A partir de ahí no pararon de ampliar su discografía y de divulgar su mensaje en todas partes del mundo.
El miércoles a las 18 tocan en El Teatro de Flores. La previa estará a cargo de Holy Piby y Natty Combo. Vía mail Wiss, como buen predicador, respondió a todas las preguntas casi con proverbios, característicos de alguien que vivió de todo.
-De la indigencia y la enfermedad pasaron a convertirse en una de las mejores bandas de la historia, ¿Cuál es el consejo para los jóvenes que están atravesando la misma situación que les tocó vivir a ustedes?
Jah dijo que las cosas más grandes saldrán de las personas más débiles. Ser discapacitado, no es ningún obstáculo para ser quién realmente uno es. Busquen a Jah, Él los ayudará.
-Meditación, vegetarianismo, marihuana...¿Son imprescindibles para hacer reggae?
No, Jah solito lo hace todo.
-¿Crees que el catolicismo sería diferente si tuviera una música similar a lo que el reggae es para el rastafarismo?
El reggae es un mensaje de bien. El reggae es para que lo escuchen todos. Quién tenga oídos para escuchar, que lo oiga.
-Ustedes son como los padres del reggae. ¿Estás contentos con lo que las nuevas generaciones están haciendo? ¿Qué grupos disfrutás? ¿Conocés alguno de Argentina?
Mientras lo conserven, está bien. Disfruto de un montón de grupos, aunque no puedo recordar ninguna banda argentina. Espero poder oír alguna cuando lleguemos al país.
- ¿Cómo se siente estar 20 años sobre el escenario? ¿Se ven a ustedes mismos como leyendas vivas? ¿Te gusta que la gente los ponga en ese lugar?
La gente ve nuestro trabajo y habla por sí misma. No puedo alabarme a mi mismo. Nos gusta que la gente nos venga a ver y exprese el apoyo que nos da. Es bueno saber que somos apreciados.
-¿Qué recordás de la última visita a nuestro país?
Me hizo acordar mucho a algunos lugares de Jamaica.
-¿Están pensando en grabar otro disco de estudio? ¿Qué disfrutas más: tocar, componer o estar de vacaciones?
Sí. (Estamos pensando en lanzar otra placa). Cada cosa tiene su propia estación. Hay un tiempo para todo.
-¿A quiénes admirás fuera de la escena musical? ¿A qué personas considerás un ejemplo a seguir?
Admiramos a la gente que se dedica ayudar para hacer que las cosas estén mejor.