¿Está creciendo la escena rocker uruguaya?
Cuando empezamos hace cuatro años estaba empezando a hacerse conocido Dani Umpi y comenzaron a surgir algunas bandas de rock-pop con una tendencia musical más europea, que oscilaban entre el indie y el brit pop. Ahora surgieron un montón de bandas que hacen cosas parecidas a lo que estamos haciendo nosotros, pero muchas todavía no se ven, porque la mayoría todavía no tiene discos. Pero sí, hay una escena que crece y se está generando algo diferente de lo que estamos acostumbrados a escuchar.
¿Y pensás que ustedes funcionan como referentes en esta nueva escena?
No sé si a nivel musical, pero sí somos referentes por el entusiasmo que le pusimos. Astroboy vino y dijo: sí chicos, se pueden grabar discos, se puede conseguir un contrato discográfico, está bueno hacer algo distinto. O al menos, vale intentarlo . Y si la crítica es mala, ¡te fumás la crítica! También hay mucha buena onda y respaldo.
El público rocker charrúa parece más heterogéneo que el argentino a la hora de elegir la música que escucha, ¿es una realidad o es sólo una percepción?
Sí, algo de eso hay. Es que acá no estamos tan habituados a la futbolización de las cosas. Uno puede escuchar Astroboy, Dividios, Pearl Jam y No te Va Gustar sin que eso sea un problema. Ojo, que también están los que sólo escuchan La Vela Puerca y No Te Va Gustar, pero en general no hay tanta radicalización de los géneros musicales.
¿Y ustedes escuchan bandas uruguayas?
Pocas. Nos gustan mucho Motosierra, Los Buenos Muchachos y Supersónicos, por nombrar algunos ejemplos. ¡Ah! También Los Mokers, que es una banda de culto los sesenta que emulaba a los Rolling Stones y que surgió como una respuesta inmediata a Los Shakers. Pero nuestras influencias estás sin dudas afuera: en los Beatles, en Bob Dylan, en Elvis y en el brit pop de los noventa.
¿Se sienten, de alguna forma, los Oasis uruguayos?
¡Muchos nos comparan con Oasis sólo por el corte de pelo! Igual, más allá de lo estético, alguna similitud hay: nosotros crecimos escuchando eso y de alguna manera, somos sus herederos.