Pensamos que nos habíamos equivocado. La cita era en una sala de ensayo, en Balvanera, pero cuando llegamos, en esa dirección, había un edificio antiguo e inmenso en el que funcionaba un colegio religioso para varones. Tres puertas metálicas gigantes color verde oscuro daban la sensación de ser impenetrables y que del otro lado había silenciosos claustros poblados por místicos alumnos. A falta de timbre, golpeamos con una moneda y un poco de temor a que nuestra estridencia resultara un tanto inoportuna. Pero, después de unos segundos, escuchamos a alguien gritando: "!Voy!, !Voy!, !Voy!", y la puerta se abrió. El portero nos señaló el camino y, de pronto, nos encontramos dentro de un gran teatro que, en su época, debe haber resplandecido. Hoy, el cortinaje de terciopelo rojo del escenario y sus paredes llenas de molduras muestran haber sufrido el paso del tiempo.
Juan Carlos Baglietto y su banda están tocando, ubicados sobre un desnivel del piso que está en el sector donde debería haber butacas. El cantante rebosa entusiasmo y no deja de sonreír, ni de caminar de un lado a otro cantando. El ensayo es porque el 24 de noviembre Baglietto presenta su nuevo disco Sabe Quién..., a las 21, en Avenida Corrientes 857. "Toco en el Gran Rex, por eso estoy todo cagado", dice el cantante en una pausa entre tema y tema, mientras habla por celular. Su nuevo trabajo es el primer solista que edita en casi diez años. El disco, que sale luego de varias placas que Baglietto sacó junto a Lito Vitale, incluye canciones de Rubén Blades, Jorge Fandermole y Adrián Abonizio, entre otros.
Hiperquinético, el intérprete de Actuar para vivir, Carta de un león a otro, y Era en Abril, nos indica: "Hago un tema más y estoy con ustedes". Y ensaya una última canción antes de empezar la entrevista en video que está arriba.