Devendra Banhart está feliz. O por lo menos así se lo escucha al teléfono, y también se puede oír un clima de pleno jolgorio de fondo. Son Andy Cabic de Vetiver y Arto Lindsay que viajaron con él a Brasil para colaborar en su próximo disco y ayudarlo a reclutar músicos latinoamericanos para que participen en la grabación. El primero en incorporarse al plantel de invitados es Rodrigo Amarante del dúo Los Hermanos, que también está presente en la algarabía reinante.
Es que Banhart está entusiasmado porque está por encontrarse con su admirado Caetano Veloso y tiene ganas de aprovechar su viaje para acopiar toda la música latinoamericana que pueda, tanto que nos propone en castellano: "si tienes alguna canción criolla clásica que te guste mucho, hazme una copia y llévamela al festival", sugerencia que nos repetirá insistentemente durante toda la nota.
"Hola, hola, ¿Tudo Bem?", nos pregunta Banhart en tono risueño y empezamos con la entrevista.
¿Cómo va a ser tu nuevo disco?
Va a ser mitad en español, mitad en inglés, un poquito de portugués y, más que nada va a ser muy...(pausa). ¡No sé! (risas), en verdad no tengo idea.
¿Va a tener clásicos latinoamericanos?
Bueno estamos grabando unas cuantas canciones de Caetano, de Chabuca Granda, Atahualpa, Mercedes Sosa, pero todo va a ser para los B-sides. Hay una canción que se llama Yo quiero ser como Ariel, de Billo Frometa y Oscar de León que también la vamos a hacer.
Al disco lo va a producir tu hermano. ¿Qué puede haber provocado que los dos se dedicaran a la música?
No sé, creo que fue porque no podíamos hacer otra cosa. En mi familia no hay otros artistas, pero mis parientes pelean mucho y gritan mucho, cosa que es casi igual a hacer música.
¿Qué pensás que le van a aportar a tu disco Andy Cabic y Arto Lindsay?
Los tengo acá en frente de los dos ahorita. Creo que Andy trae el cuerpo y Arto la cabeza.
¿Por qué decidiste grabar el disco en Brasil?
Vamos a hacer la mitad en Brasil y el resto en California. Porque eso refleja nuestra forma de ser, que es una actitud de norte y sur. Esos dos polos totalmente diferentes y, a la vez, similares, quizás contradictorios. Tenemos esas dos maneras de vivir.
¿Hasta ahora estuviste reclutando músicos?
Estamos ahora con nuestro amigo Rodrigo Amarante del grupo Los Hermanos. Él es como un hermano nuestro y vamos a tocar con él y grabar con él, ahora vamos a ir a ver un estudio y después voy a ver a Caetano. Estoy a punto de encontrarme, en una hora.
¿Qué expectativas tenés con ese encuentro?
No sé, solamente la humildad y el silencio y decirle gracias y contarnos unos cuantos chistes sucios.
¿Cómo creés que fue cambiando tu sonido desde el primer disco hasta ahora?
No sé, no he oído el primer disco ni el de ahora.
¿No escuchás tus discos?
¡Claro que no! (risas)
¿Por qué?
Es que me gusta la música buena.
¿Cómo eran tus días en Venezuela?
Eran muy bellos, simples, pero también con tensión porque la cosa política es muy fuerte ahí, entonces era como una existencia dual. A la vez tranquila, bella, naturaleza pura, y por otro lado una gran pobreza, un lugar muy peligroso. Entonces viviendo en esa realidad hay una tensión de la que no se puede escapar y que te mantiene despierto.
¿Qué te dice tu familia que está en Venezuela de tu música?
Que tengo que aprender (risas). Y yo les digo: ¡Es verdad!.
¿Pensaste que tu música iba a ser tan influyente?, porque el folk psicodélico está como explotando.
Bueno no, yo soy parte de un grupo de gente que sigue creciendo. Es un círculo gigante y que no se cierra. Todos somos parte de un círculo cósmico.
¿Qué te atrae de músicos como Atahualpa Yupanqui y Mercedes Sosa?
Para mí la poesía y el espíritu con el que cantan son una cosa totalmente contemporánea. Gente como ellos te llenan de vida y evitan que te tires del edificio.
¿Cómo conociste a Juana Molina?
La conocí porque me encanta su álbum, el primer disco de ella nos encanta, ¡nos encanta!...Nos encontramos en California y grabamos como diez canciones y ahorita en Argentina vamos a ir a un asado en su casa y vamos a grabar más. Somos amigos y ella es uno de los mejores músicos que conozco en el mundo.
¿Necesitás un clima especial para escribir las letras?
No, pero a la vez sí. Podría ser una cueva en el mar o una nube negra o en la barba de un delfín.
Siempre mencionás a tus abuelos ¿Cómo era tu relación con ellos?
Muy fuerte, más que nada mi abuela Mercedes, era muy importante para mí, una persona que me influenció mucho y me enseñó muchas cosas en la vida. Representa fuerza, luz, es como la montaña.
¿Qué opinión tenés de Hugo Chávez?
Cuando estoy en Venezuela no me gusta nada, estoy totalmente contra Chávez, pero cuando estoy en los Estados Unidos soy pro Chávez.