La definición de "jazz latino" que da Guido Martínez, bajista y compositor del grupo Latinaje, es también una buena descripción del estilo de su big band de ritmos latinoamericanos: "Para mí es ese lenguaje del jazz que por ahí en los boleros, la samba o los valsecitos no se usa. Cuestiones que tienen que ver con la orquestación. En lugar de usar cantantes y cajones peruanos, se usan trompetas, saxos e instrumentos que no son propios de la música tradicional folklórica. El jazz latino es gente estadounidense tocando ritmos latinos a su manera, y también latinos tocando su propia música pero a la manera de las orquestas de jazz de Estados Unidos".
En Latinaje pasa algo así, toda su orquestación jazzera está a merced de composiciones que combinan a la perfección ritmos latinoamericanos con el mood de seis bronces. Además del bajo, el grupo utiliza piano (Alejandro Manzoni), batería (Daniel Piazzolla), guitarra (Guillermo Bressy), percusión (Diego Alejandro), Saxo alto (Gustavo Musso), saxo tenor (Damián Fogiel), saxo barítono (Martín Pantyrer), trompetas (Richard Nant y Fabián Veglio) y trombón (Santiago Castellani).
"Me encanta el jazz, pero también me gusta tocar candombe y música brasilera, por eso empezó a suceder algo natural: se mezclaron los estilos", explica Martínez. El grupo se formó en 1998, cuando el músico que estaba en un quinteto quiso probar las mismas canciones pero con una orquestación más grande. "Fui llamando amigos para que me ayuden a probar si realmente sonaba como yo había imaginado cuenta Martínez-. Los chicos se coparon con la música y se estableció una agrupación formal".
¿Y cómo es componer para tantos músicos?
Difícil, me tomo un montón de tiempo para escribir y tengo muy en cuenta la forma que tienen de tocar los chicos. Más allá de escribir para tres saxos, dos trompetas, trombón, etc, pienso en los músicos no en el instrumento. Imagino qué le quedaría bien a cada uno.
Latinaje y la Orquesta de Mariano Otero son las únicas big bands que hay en el país.
Sí, aunque debe haber más entre las tradicionales. Por ahí somos los que estamos tocando más. La banda de Mariano se relaciona con la definición de manual de lo que es una big band de jazz. Tiene una formación que cumple con las reglas académicas porque tiene más metales. La mía tiene menos vientos y una sección rítmica más grande porque la música latina necesita guitarra y percusión para tocar un candombe, una samba o cualquier ritmo brasilero, peruano, uruguayo. Es lo que sucede en Cuba sobre todo, y en Río de Janeiro, los grupos de latin jazz tienen mas que ver con este tipo de formación.
¿Cómo describirías a La Conversa, el segundo disco de la banda que acaba de editarse en marzo?
Es medio una consecuencia de muchas cosas que hice mal en el primer disco. Estaba experimentando con un montón de cosas y muchas no resultaron, como por ejemplo haber grabado todo por separado en el estudio, cosa que lo hizo más frío. Por eso este lo registramos en vivo. Latinaje es un grupo con mucha interacción y mucha energía y en un estudio el nivel de error baja muchísimo pero el calor se pierde.
Latinaje se presenta, hoy a las 22, junto a Javier Asencio Trío, en el Teatro Stella Maris, Martín y Omar 399, San Isidro. "El show va a ser la presentación formal de La Conversa con algunos arreglos nuevos y algunos temas del primer disco adelanta Martínez-. Pipi Piazzolla no va a estar porque en Latinaje al ser tantos puede pasar que alguno no pueda venir. En su lugar estará Diego Alejandro que es nuestro percusionista y es increíble como toca la batería".