"En el Inter teníamos un chat, sí, sí. Yo lo organicé. Se llamaba... Wag girls, una cosa así, es como botineras en inglés. La idea surgió porque ellos tenían sus cenas juntos y nosotras por qué no, así que también teníamos el nuestro".
Jimena Barón (27) está encantada de haber vuelto a la Argentina y se le nota en cada nota que da en nuestro país, cada tweet que escribe y cada experiencia que cuenta.
La actriz, que regresó junto a su hijo Morrison (11 meses) y Daniel Osvaldo (29), luego de que el futbolista aceptara sumarse a Boca por seis meses. Y está chocha de vivir nuevamente en Buenos Aires. Además, en su tiempo "lejos de casa", cosechó un sinfín de anécdoras de su vida junto al deportista.
Invitada al living de AM , hizo lo propio y dio la nota contando su vivencia en Europa: "Me puse muy al mando de la casa, muy... En todo sentido. Dani también es como súper... relajado. Relajado por demás, ¡relajado para hacerlo quedar bien! ¡Es un colgado tremendo! Tuve que tomar el mando yo, hasta hablé yo sola con su representante. Estoy pendiente de todo, sé cuánto salen las cosas, sé si me están tratando de cagar o no, las casas hace dos años que las elijo yo y así. Yo estoy todo el día en la casa, estoy con un bebé 24 horas. Y bueno, hay cosas que las voy a organizar yo".
Jimena, además, reveló con gracia: "Desde que llegué empecé a tener relación con las mujeres de otros jugadores. En el Inter teníamos un chat, sí, sí. Yo lo organicé. Se llamaba... Wag girls, una cosa así, es como botineras en inglés. La idea surgió porque ellos tenían sus cenas juntos y nosotras ¿por qué no? Así que también teníamos el nuestro".
Barón también se refirió a las distintas clases de botineras: "La clásica botinera es la que no quiere estar en la casa, que quiere niñera para los chicos, que compra mucho, mucho, mucho, todo con el aval del marido. Que él esté chocho con que gaste de su billetera. Después hay mucha mujer que está con los chicos, los esperan, los van a buscar. Yo estuve dos años así".