Se le complica, y es comprensible. Aún así, Guillermos Francella "pilotea" con oficio su relax... interrumpido con las innumerables muestras de afecto del público que lo rodea. En una tarde de sol en La Feliz, multitudinaria ciudad estival donde se presenta con Dos pícaros sinvergüenzas junto a Adrián Suar en el teatro Mar del Plata, Guille no puede desentenderse de lo que causa a cada paso. Aún así, se las ingenia para pasarla bien: para disfrutar como un turista más, por caso, pasa sus tardes libres en Cabo Blanco, balneario -de los más reservados- a metros del faro de Punta Mogotes.
Con su mujer desde hace 24 años, Marynés Breña, son verdaderos fans del sol, y suelen compartir carpa con amigos de la familia. Ahora que el nido vacío es un hecho, y sus hijos echan vuelo en ascendentes y prometedoras carreras, el matrimonio intenta disfrutar esos pequeños espacios "como novios". Simpáticos y cariñosos, el ganador del Oscar por El secreto de sus ojos, se lleva -valga la paradoja- todas las miradas de la playa...
¡Espiá las fotos de revista Gente!