La tensión sexual entre Segundo y Tony de Viudas e Hijos del Rock & Roll estaba tornándose demasiado peligrosa, pero una situación límite forzó a que se tomaran medidas extremas. En el capítulo del martes de la ficción de Telefe, el personaje que interpreta Juan Minujín movió cielo y tierra para lograr convencer a su hermano de que no despida al petisero (Juan Sorini).
Apesadumbrado por lo que imaginaba un inevitable desenlace en su contra, el peón se despidió de los caballos que cría en la estancia. Sin embargo, el aristócrata se apresuró por comunicarle a su empleado que había logrado conservarle su puesto de trabajo, lo que desató un peculiar agradecimiento.
Muy emocionado y sumamente agradecido, como Tony no encontraba palabras para expresar su alegría, sujetó a Segundo de su cara y le dio robó un beso pasional. La reacción del oligarca fue tan inesperada como intempestiva, ya que arrinconó al gaucho contra un árbol y le comió la boca sin tapujos para manifestar tan solo un poco del amor que siente por él.