"Cuando lo vi dando vueltas, le pedí que ni se acerque después de lo que dijo, eso de que no me querían ni en la radio ni en el canal. No sé qué me contestó él porque no se le entiende, habla muy bajito. Entonces, como esas cosas no las dejo pasar, lo invité a hablar a la vereda... pero no vino. Es que, básicamente, Feinmann es un enano mental, eunuco amoral y un cobarde".
El rumor de una escandalosa pelea en los pasillos de Radio 10 entre Beto Casella y Eduardo Feinmann, vecinos en el aire de la AM 710, circuló por las redacciones con fuerza durante la jornada del jueves. Se dijo que Feinmann entró al estudio antes de que Casella se fuera. Que Beto le dijo "andate", Eduardo le contestó "no me voy nada" y el conductor de Bendita lo invitó a pelear a la calle.
Ciudad.com llamó a los dos periodistas, con distinta suerte. El conductor de Dicho y hecho prefirió esquivar el tema, pero el conductor de Levantado de 10 brindó su propia versión de los hechos con lujo de detalles.
"Desde que empezó a haber mala onda entre mi grupo y él, le pedí que no venga más al estudio antes de las 9, para no cruzarnos. Se lo pedí bien. No es que hoy entró al estudio. Pero cuando lo vi dando vueltas, le pedí que ni se acerque, que no apareciera cerca de mí después de lo que dijo, eso de que no me querían ni en la radio ni en el canal. Yo le dije que se vaya. No sé qué me contestó él porque no se le entiende, habla muy bajito. Entonces, como esas cosas no las dejo pasar, lo invité a hablar a la vereda... pero no vino. Es que, básicamente, Feinmann es un enano mental, eunuco amoral y un cobarde", lanzó Beto.
-¿Lo hubieras atacado a golpes en la calle?
-No tengo el ánimo de agarrarme a trompadas. Me hubiera conformado con que venga y me diga las cosas de frente, pero evidentemente, no le da el espíritu, la virilidad. Que yo sepa, no tiene amigos. Me parece que no se quiere ni a sí mismo.
"No tengo el ánimo de agarrarme a trompadas. Me hubiera conformado con que Feinmann venga y me diga las cosas de frente, pero evidentemente, no le da el espíritu, la virilidad. Que yo sepa no tiene amigos. Me parece que no se quiere ni a sí mismo".
-Hasta ahora, muchos pensaban que la rivalidad con Feinmann y los informes de Bendita eran un show…
-Siempre hubo buena onda con él. Hay programas que lo han maltratado diciéndole facho. Ahora, Si hace un show televisivo bizarro con el charuto, tratando de drogadicto a todo el mundo, peleándose con los estudiantes, sobreactuando con el tema de la marihuana, Bendita no puede no tomarlo. No menos de tres veces le pregunté si le molestaba. Evidentemente no le molestaba porque nunca me dijo nada. Podemos prescindir tranquilamente de Eduardo Feinmann.
-¿Cómo llegaron a esta situación, entonces?
-Yo estoy en mi cruzada contra los villanos, porque el muchacho, haciendo uso del micrófono que le dieron con nobleza, insultó a Malagrino y Salomone, los por entonces gerentes de C5N. Humilló dos veces a una movilera de C5N hasta la vergüenza, Jimena. Cuando Débora Plager la defendió al aire, porque era impresentable lo que hizo con alguien con tan poco tiempo en los medios, la llamó varias veces Debora-dora. Él además hizo llorar a Edith Hermida un par de veces, de hecho la tuve que llevar a mi programa para que no se quede sin trabajo. Humilló varias veces a Pablo Dugan, que estuvo a punto de fajarlo. Dijo que no sabía quién era Mariela Fernández, la excelente conductora de la mañana de C5N, y quién es Gastón "Redondo". Incluso ya se burla de Leonardo Greco, que se sumó a nuestro equipo. Hasta tuvo la maldad, vaya a saber por qué, de inventar que un amigo le dijo que no había que ir a ver la obra de Nazarena Vélez. Después, se retracta porque es un maricón intelectual. Como se retractó con Mariana Fabianni cuando dijo que no le daba la cabeza.
"Me consta que no le reditua al Grupo Indalo. Echarlo sería muy desprolijo. Andaría llorando por otras radios. Pero ya no saben qué hacer con él. Si Eduardo les ofreciera la renuncia, brindan con champangue".
-¿Cómo sigue esta relación laboral?
-Como hay una tanda, me voy 8.55 de la mañana, antes de que llegue Eduardo. El no quiere cruzarse conmigo, como no quiere cruzarse con las otras personas que difamó. En la radio conmigo están felices de la vida y me pidieron que siga con los dos programas. No sé él, se verá a fin de año si es que le renuevan la confianza. En su programa de radio, después del mío, ha llegado a decir 'ahora llega la información en serio'. En la historia de la radiofonía, no hay antecedentes de personas que usen su micrófono para denigrar a sus compañeros. Otros no irían a trabajar, pero no me va la mariconería de acusar que no me cuidan. Yo lo arreglo personalmente. No me hago el guapo ni el barrabrava, pero quiero que me digan las cosas en la cara. Pero él, evidentemente, en la cara no habla nunca. No sé quién lo banca, cómo se lo permiten.
-¿No será que ese estilo de Eduardo Feinmann rinde mucho, tanto en la televisión como en la radio?
-Me consta que no le reditua al Grupo Indalo. Echarlo sería muy desprolijo. Andaría llorando por otras radios. Pero ya no saben qué hacer con él. Si Eduardo les ofreciera la renuncia, brindan con champangue.