Y un día, Amalia Granata dejó de ser la que era. La verborrágica panelista de El Chimentero 3.0, que logró un lugar en los medios por sus comentarios picantes, tanto en los temas que la involucrabam como en los que no, parece comenzar a transitar otra etapa. En El Diario de Mariana mostró su nueva faceta, en pleno inicio de su relación con Martín Redrado.
“¿Es verdad que Luciana Salazar le está pidiendo a Redrado que le pague la mudanza?”, preguntaron en el ciclo de Mariana Fabbiani. “Desconozco del tema”, fue lo primero que dijo, para eludir la polémica separación de Salazar con el economista que, en su último capítulo incorporó la supuesta existencia de un contrato de confidencialidad y una mensualidad de 10 mil dólares para la modelo.
"¿Te molesta que el chiste sea ‘si le tiene miedo al silencio de Luciana, lo que va a ser el día que se separe de Granata'?", preguntó Martín Ciccioli. Como respuesta solo recibió una sonrisa, y un amague en chiste de abandonar el estudio. "Me quiero ir...", dijo, y rememorando la frase ya célebre que el ex ministro de economía Hernán Lorenzino supo decir cuando le preguntaron por la inflación.
"Es todo muy reciente. ¿Cómo me voy a enamorar en dos meses? Sería una locura", afirmó, casi vencida por la insistencia. Incluso Mariana Fabbiani se impacientó por el silencio de la futura periodista: "¿Qué color se va a usar este verano? Hago otra pregunta así podemos hablar", ironizó.
¿Cuánto tardará en volver la Amalia Granata sin filtro?