Los famosos usan la pantalla para hacer lobby para el contrato veraniego, ser elegidos para publicidades o eventos el finde. Mientras tanto, no colaboran con los programas satelitales de la empresa (a veces ni contestan los llamados), ni con la promoción necesaria del ciclo. Se miran el ombligo y el bolsillo. Mucho menos piensan en el sueño.
El jueves, durante y después de ShowMatch, se cristalizó la decepción de Marcelo Tinelli sobre participantes y jurados, a los que nota como en piloto automático. Si bien muchos focalizaron en el enojo contra los participantes de esa noche, esta disconformidad no excluye a los jurados ni a otros concursantes.
Lo que ocurrió en la gala de la polémica fue solamente la explosión de una cadena de hechos desafortunados de los famosos que participan de Bailando 2014. Y no tiene que ver solamente con que estas figuras piensen en las temporadas veraniegas, en los eventos privados o en los curros que surgen a partir del show, sino con el desdén de los mismos hacia el ciclo. El hartazgo tiene que ver con la falta de compromiso que muchos han manifestado en hechos.
El jurado está en una meseta, o para decirlo mas claramente: dormido. Sumado a que los participantes perdieron la ambición de destacarse y lograr buenos puntajes, justamente porque los evaluadores regalan nota todo el tiempo. Un jurado edulcorado que no suma para la polémica de una competencia. Algunos usan el estrado como vidriera sostenedora de canjes, otros para la campaña política y otros para conservar un status. Todo más allá de los altos cachets que reciben mensualmente.
En cuanto a los participantes, los productores se enloquecen para coordinar los ensayos e inclusive para armar el cronograma de los días que bailan en vivo. Los famosos usan la pantalla para hacer lobby para el contrato veraniego, ser elegidos para publicidades o eventos el fin de semana. Mientras tanto, no colaboran con los programas satelitales de la empresa (a veces ni contestan los llamados), ni con la promoción necesaria del ciclo. Se miran el ombligo y el bolsillo. Mucho menos piensan en el sueño. Ni en el trabajo del bailarin y el coach, que los acompañan.
El jurado está dormido. Sumado a que los participantes perdieron la ambición de destacarse y lograr buenos puntajes, justamente porque los evaluadores regalan nota todo el tiempo. Algunos usan el estrado como vidriera sostenedora de canjes, otros para la campaña política y otros para conservar un status. Todo más allá de los altos cachets que reciben mensualmente.
Y tampoco es un dato menor, que el Bailando 2014 fue el de menor exigencia física para los participantes, ya que se han eliminado ritmos más exigentes como bailando en la arena o bajo la lluvia, el cuarto giratorio, la esfera, el caño, etcétera.
Todo se hizo público cuando Marcelo se quejó al aire y luego retuiteó mi comentario vía @AngeldebritoOk: "Se los dije, están casi todos boludeando". Mas tarde replicó otras duras críticas:
@gabousandivaras: Todos se quejan cuando estan adentro, q estan cansados q tienen q ir a programas, etc. Sean agradecidos porque es una gran vidriera el show.
@rialjorge: @cuervotinelli esta caliente con los finalistas? Y tiene razón. Se tiraron a chantas. Creen que con la camiseta alcanza. Sean agradecidos
@drareidok: @AngeldebritoOk viste angel ????? @cuervotinelli opina igual q vos !!!!! Todos los d hoy estan en punto muerto!!!
@frataslafraok: En la recta final, el que se relaja PIERDE! #Bailando2014
Finalmente, lo más notorio de los finalistas 2014 es el hambre de cámara y bolsillo. El hambre de gloria brilla por su ausencia. ¿Este año se consagrará a un campeón o simplemente habrá un ganador?
Ser campeón no es para cualquiera.