“Hoy Martín justo me mando mensaje que decía ‘¡epa volvió el escote!’. Hoy reparó en eso, porque últimamente estaba más tapada”.
Marina Calabró (40) está enamorada y se le nota. Sobre todo en sus risas y sonrisas cuando habla de él, de la relación que la une hace un año y dos meses con Martín Albrecht (46), gerente comercial del canal América.
En la edición del martes de Infama, la periodista lució un look por demás extravagante y sensual y, como siempre, no pasó desapercibida. Franco Torchia la hizo desfilar y ella lo mostró, sin pudores y con orgullo. El conjuntito rosa de pollera a la cintura súper ajustada que acompañó con un top de escote profundo diseñado por Tivoglio, provocó suspiros de ambos lados de la pantalla y un mensaje ¿un tanto celoso? de su pareja. “Hoy justo me mandó un mensaje que decía ‘¡epa, volvió el escote!’. Hoy reparó en eso, porque últimamente estaba más tapada”, comenta Calabró en diálogo con Ciudad.com.
“Es una ropa que para la vida no hubiera usado, es muy de show, osada. No tanto por la desnudez, sino por el look en sí. No lo usaría para la vida si me lo preguntás, es un homenaje a Franco Torchia, que se mata haciendo las descripciones (risas). A veces busco cosas originales y osadas para ver qué dice él y ponerle color al desfile y el programa. Igual es un modelo súper tendencia”.
AMOR SIN FRONTERAS
La charla sobre tendencias y moda derivó en un lugar cuyos recuerdos también le despiertan suspiros: el viaje a Nueva York en pareja y una cena muy particular.
"Estamos re enamorados, re bobos, me da como pudor porque somos dos tortolitos. Me mira y se ríe”, confiesa bajo la mirada atenta de él, que también aporta lo suyo: “Día a día estamos más unidos y cada día se pone mejor”.
En Meatpackign, convertido hace algunos años en el barrio más fashionista de Manhattan, la pareja (que se autodenomima como "dos tórtolos") tuvo una cena por demás especial en el exclusivo restaurante Fig & Olive, donde lejos de las luces de la gran ciudad, los miles de turistas y atractivos turísticos que también aprovecharon para visitar, se declararon su amor.
“De noche buscamos lugarcitos lindos para cenar, a veces en grupo y a veces solos. Esa noche fue hermosa. Sentimos que nuestro compromiso es de amor. Estamos re enamorados, re bobos, me da como pudor porque somos dos tortolitos. Me mira y se ríe”, confiesa bajo la mirada atenta de él, quien también aporta lo suyo: “Día a día estamos más unidos y cada día se pone mejor”. “¡Te da los mejores textuales y yo estoy re boba!”, bromea ella.
Ya más seria, Marina recalca: “Lo bueno es que los dos lo sentimos igual y lo vivimos como un compromiso de amor. Eso es lo que queremos, elegirnos para toda la vida. Aunque es una frase hecha a la que uno a veces le escapa y es un cliché, pero lo sentimos como algo que deseamos”.
Marina Calabró y Martín Albrecht coinciden en que la ilusión romántica del “para siempre” es vital en la pareja, una pareja a la que le quedaron chicas las definiciones. “En el avión te ven juntos y te dicen cosas como ‘¿esto es de su mujer? Entonces en un momento le dije a Martín 'te dijo que yo era tu mujer'’ y él me respondió: 'Vos sos más que mi mujer, sos mucho más que eso’”.