Cuando George Clooney compró la famosa Villa Oleandra, ubicada en Laglio -a pocos kilómetros al norte de Milán- y a la orilla del lago, nunca pensó que le iba a dar más de un dolor de cabeza.
La idea del galán era tener una casa en un lugar paradisíaco en el que pudiera descansar lejos de curiosos, fans y, sobre todo, paparazzis. El tema es que todos los días se llena de gente que quiere conocer la mansión del actor y director, y hasta hay quien alquila barcos para acercarse hasta allí; por ello, está bastante cansado de todo esto y varias veces "amenazó" con venderla.
En estos momentos, George y su prometida, Amal Alamuddin, se encuentran disfrutando de su amor en ese paraíso italiano. Y como Clooney es un hombre muy influyente, consiguió que el alcalde de Laglio dictara una polémica orden para resguardar la privacidad del galán. ¿De qué se trata? Se multará con 500 euros a todo aquel que se acerque a menos de 100 metros de la mansión.
Tal decisión tiene que ver con que el alcalde no quiere que George venda la propiedad, ya que le gusta la idea de tener un pequeño Hollywood en su ciudad. Más teniendo en cuenta que sería este el lugar elegido por la pareja para casarse en septiembre próximo.