"Quería hacerme una cruz en un lugar que no lo tuviera todo el mundo y me pareció que quedaba lindo".
La idea venía rondando su cabeza, pero el mito insiste en que el número de tatuajes siempre debe mantenerse impar. Finalmente, Claudia Ciardone encontró el lugar indicado y decidió concretar el plan. La modelo se acercó al local Mc Pyo, en la Bond Street, y se tatuó su cuarto y quinto diseños: un “shhh”, en su dedo índice derecho y una pequeña cruz, en medio de sus pechos.
“Tenía ganas de hacerme un tatuaje, el del dedo se lo había visto a Rihanna (ver foto 6) y me encantaba. Y quería hacerme una cruz en un lugar que no lo tuviera todo el mundo y me pareció que quedaba lindo”, explicó a Ciudad.com la modelo. Para que el tatuador pudiera trabajar en forma cómoda, (muy astuto el señor), Ciardone se quitó el corpiño. “Estaba en un lugar donde no me veía nadie así que no hubo problema. Hay confianza, pero no hacía falta estar en topless. Me tapé un poquito y listo”, contó.
"No, pareja no tengo todavía. Sigo soltera, pero ya va a aparecer. Sólo el tatuador los vio, ja ja ja".
Las repercusiones de las nuevas adquisiciones de Claudia no se hicieron esperar. “Los mostré y gustaron mucho. Me parece que es un arte y me gustan en lugares estratégicos. Próximamente vendrán más”, adelantó la bella joven. Sobre el final, la modelo reveló que aún sigue soltera. “No, pareja no tengo todavía. Sigo soltera, pero ya va a aparecer. Todavía ningún hombre los apreció en vivo. Sólo el tatuador, ja ja ja”, concluyó con una risa pícara.
Voluntarios no le van a faltar.