"Estaba durmiendo con mi marido y con la perrita María Emilia que él me regaló y de repente escucho clarísimo que Jorge me dice 'mamá, llegué'. La perra se puso a ladrar, hasta despertó a mi marido. Y ahí me largué a llorar. Pero fue así, llegó, está con Dios".
Un día después del emotivo último adiós a Jorge Ibáñez en el cementerio de la Recoleta, su madre lo recordó con una entereza admirable. Mabel brindó un móvil en vivo para El diario de Mariana en el que repasó la vida del diseñador, reveló cómo hace para mantenerse fuerte y realizó una sorprendente confesión: “Intuí lo que había pasado, dije 'mi hijo está muerto'”, aseguró.
Desde el atelier de Ibáñez, Mabel conversó con la conductora, que había mantenido una estrecha relación con el modisto. “No me permito estar mal, no me lo permito. Él se fue en paz y amó este lugar”, comenzó y lanzó la frase que sorprendió a todos en el piso.
“Yo lo sentí, él me llamaba siempre. Y no me llamaba, y no me llamaba... Entonces lo llamé al celular y no me contestaba y dije ‘acá pasó algo’. Eran las 10.30 cuando empecé a llamarlo. Me desesperé y a las 11.15 dije ‘mi hijo está muerto’”, reveló.
Luego de asegurar que había presentido el trágico final de su hijo, Mabel contó que sintió mucho miedo. “Pensé en lo peor, pensé que había sido un hecho de inseguridad. Me tomé un taxi y vi que en la puerta había policías y el SAME y lo primero que dije fue ‘me lo mataron’. Cuando me dijeron que había sido una muerte natural, fue un alivio tan grande. Yo no lo vi en el departamento con la ropa de gimnasia, me lo contaron”, detalló.
"Pensé en lo peor, que había sido un hecho de inseguridad. Cuando me dijeron que era una muerte natural, fue un alivio tan grande".
Además, Mabel compartió el particular sueño que tuvo la noche siguiente al fallecimiento de su hijo. "Estaba durmiendo con mi marido y con la perrita María Emilia que él me regaló y que siempre se recostaba en el medio de la cama. De repente escucho clarísimo que Jorge me dice 'mamá, llegué'. Y la perra se puso como loca, no paraba de ladrar, tanto que hasta despertó a mi marido. Y ahí me largué a llorar. Pero fue así, llegó, está con Dios", afirmó.
Si bien la madre del diseñador mantuvo en todo momento su entereza y una sonrisa, el dolor se adivinaba detrás de sus gafas oscuras. “Hoy me puse a llorar y a gritar, fue mi desahogo. Extraño a Jorge todo el día, agarro su retrato, le hablo y lloro”, dijo Mabel, que cumplirá años el próximo viernes.