Uno de los mails que Fort le reenvió a Marina decía: "Por suerte no tengo nada terminal, como HIV o cáncer, esto con tratamiento y descanso lo voy a solucionar. Lo más importante es vencer el dolor, llevar una vida normal, porque esto ya no es vida y por eso me hice estos regalos en mi cumple. Estos tres autos".
Los últimos días de Ricardo Fort, quien murió el 25 de noviembre de 2013, estuvieron signados por los desesperados intentos que el millonario realizaba para calmar sus dolores y estabilizar su estado de salud. Así lo reflejaron los correos electrónicos que Marina Calabró, su íntima amiga, recibía de parte del mediático empresario, y que leyó esta tarde en Infama.
En un mail dirigido a una amiga, y que el propio Fort le reenvió a Marina, el millonario daba cuenta de su delicada situación:
"Necesito un médico endocrinólogo para que me balancee mi estado hormonal. Me siento muy cansado y es por la falta del cortizol, el cual todavía estoy tomando por vía oral, pero si tomo mucho no me canso tanto pero me hincho como un sapo. También un médico del dolor, porque la morfina ya no me hace efecto y los dolores de espalda que tengo son horribles. Me tengo que operar de nuevo de la columna porque las únicas vértebras sanas están haciendo una cifósis, pero me voy a fin de mes a ver al doctor G de Miami, que me lo recomendó Gloria Estefan como una eminencia. Mientras esté acá, necesito un endocrinólogo y para colmo perdí la audición del oído izquierdo. Necesito un especialista en oídos. Ya tengo todos los estudios. Ayudame".
El día 17 de octubre, Fort le contestó a la cantante Lucía Galán, quien le había pasado los datos de un profesional que nunca atendió sus llamados. También se lo reenvió a Calabró:
"No te preocupes Lucía, la cosa es seguir buscando (médicos). Hay días que no puedo ser fuerte y no paro de llorar, no duermo y mi cabeza no para. Sólo cuando hago un show o preparo algo que me gusta hacer, de televisión, y armo proyectos, puedo olvidarme de los dolores y la angustia. Pero es cierto, yo no tengo ninguna enfermedad terminal y debería pensar positivamente, pero también le quiero arreglar la vida y gasto esa energía que debería gastar en mí, en gente que no lo valora. Necesito paz".
"Me siento muy cansado y es por la falta del cortizol, el cual todavía estoy tomando por vía oral, pero si tomo mucho no me canso tanto pero me hincho como un sapo".
Al día siguiente de su último cumpleaños, el 7 de noviembre, Ricardo le escribió a un amigo, con copia a Marina:
"Estoy pasando por el peor momento de mi vida. Los dolores de una rodilla mal operada me afectan la espalda, en la cual ahora tengo dolores cervicales rectificadas hacia adelante, que era lo único que tenía sano. Con lo cual, la única operación posible sería por adelante, con lo que puedo perder las cuerdas vocales o quedar en silla de ruedas si algo no va bien. Además de esto, tengo un desbarajuste hormonal. Mi cuerpo no produce corticoides, por lo cual me siento muy débil. Todo me cuesta, desde caminar hasta levantarme, moverme. Una vida de dolor que ya no es vida. Acá, en Estados Unidos, me cambiaron la medicación de morfina por oxicodona, por poco me matan. Me hacían tener alucinaciones, un espanto. Ahora pedí volver a la morfina, con la que jamás tuve problemas. Por suerte no tengo nada terminal, como HIV o cáncer, esto con tratamiento y descanso lo voy a solucionar. Lo más importante es vencer el dolor, llevar una vida normal, porque esto ya no es vida y por eso me hice estos regalos en mi cumple. Estos tres autos. Como acariciarme un poco y gastarme mi plata en mí y en lo que me gusta".
Ya a 9 días de su muerte, Fort le respondió a un médico que le preguntaba cómo iba el tratamiento con la metadona:
"Llamame después porque la pasé muy mal anoche y hoy no pude ir al piso por los dolores y sobre todo, por la sensación de sueño, mis sueños son pesadillas. No aguanto más".
Finalmente, Marina Calabró resumió un extenso diagnóstico que le habían dado a Fort días antes de su muerte, y que el millonario le reenvió a la periodista para que estuviera al tanto de su estado de salud: "Durante el último período refiere astenia con tendencia al sueño, ansiedad que impide la conciliación del mismo, evaluado por diferentes especialistas para tratar de ordenar su parte endocrinológica. Los laboratorios siempre revelaron deterioro de función hepática, con aumento de transaminasas por tres, o más, dependiendo de la medicación administrada. Deterioro leve de la función renal, con elevación de urea en consonancia con el aumento de uso de diuréticos y anemia leve, que recibió tratamiento de hierro. Parámetros de inflamación normales… Un mal manejo del dolor por el compromiso de su columna cervical…".
Así las cosas, todavía se esperan los resultados de la autopsia que determinará cuáles fue las causas de la muerte de Ricardo Fort, y si es que alguien actuó con negligencia.