"Cuando volvimos, ¡la mina estaba roncando! Y una de mis bebas, la más pegada a mí, llorando".
A la ardua tarea de ser madre de dos recién nacidas, a Cinthia Fernández se le sumó el mal trance de haber pasado los primeros días de vida de sus mellizas Charis y Bella en neonatología por su nacimiento prematuro. Según contó la vedette en Desayuno Americano, la relación con sus niñas es tan cercana que no le cuesta muchísimo dejarlas con otra persona que no sea ella: “Todo el mundo piensa que tengo como cinco niñeras, y no es así”, aseguro´.
“Soy especial y no me gusta que nadie esté con mis hijas. Tengo la posibilidad de no tener que salir a laburar, como la mayoría de las madres que tienen que volver a trabajar a los tres meses”, explicó y contó que tiene una persona que la ayuda sólo dos veces por semana.
"Casi la asesino. Casi salgo en todos los diarios pero nadie lo supo".
¿Por qué una enfermera y no una niñera? Cinthia reveló una anécdota poco feliz que vivió : “Tuve que contratar a una enfermera porque la niñera que tenía se quedó dormida y casi la asesino. Casi salgo en todos los diarios pero nadie lo supo”.
“Fuimos a comer con Mati, habremos salido dos horas. Cuando volvimos, ¡la mina estaba roncando! Y una de mis bebas, la más pegada a mí, llorando. Ah, no saben. Primero, me ocupé de mi hija, creo que hice la mamadera más rápida de mi vida y me puse a llorar. Me decía que era una mala persona y mala madre. Me sentí súper mal”, detalló Fernández.
Por suerte, su pareja, Matías Defederico, estaba ahí para apoyarla: “Mati me decía que era normal que pasara cinco minutos fuera de mi casa. Más con dos bebas. No se olviden que vengo de una terapia intensiva, vengo sin dormir desde ese momento porque ves cosas horribles en la terapia”. ¡Un susto tremendo!