"Nosotros íbamos a pedir la historia clínica para ver si había sido bien atendido, pero alguien nos ganó de mano. Quiero definir qué es lo que pasó".
La sorpresiva muerte de Ricardo Fort, el pasado lunes 25, se vio envuelta en un halo de dudas y, finalmente, intervino la Justicia. El Juez de Instrucción N°19, Diego Slupski, ordenó retirar de la Trinidad de Palermo la historia clínica del empresario y la medida se llevó a cabo el miércoles cerca de las diez de la noche con la intervención de personal de la División Delitos contra la Salud de la Policía Federal.
Todo indicaba que la familia había sido quien había tomado la iniciativa para determinar si la clínica había obrado correctamente. Sin embargo, Eduardo Fort, hermano de Ricardo, decidió romper el silencio y habló por primera vez en AM. “Estamos averiguando quién hizo la denuncia para pedir la historia clínica. Nosotros íbamos a hacerlo para ver si había sido bien atendido, pero alguien nos ganó de mano. No sabemos quién fue, no fue ninguno de la familia. No creo nada, quiero ver la historia clínica para definir qué es lo que pasó. No me voy a aventurar a decir nada”, aseguró el empresario. Horas más tarde, se supo que quien hizo la denuncia había sido Paloma Fort, hija de la astróloga Aschira y Felipe Fort, abuelo de Ricardo.
"Ricardo tenía un carácter bastante fuerte, era especial. Jamás pensé en este final, si pensé en otros finales… nunca la muerte".
Eduardo recordó su último contacto con Ricardo. “La última vez que hablé fue el viernes por teléfono, lamentablemente no fui a la clínica. Estaba un poco enojado con él porque no me había hecho caso con respecto a dónde tenía que internarse. Le había sugerido un médico que me atendió a mí por la rodilla, quería que hiciera una interconsulta. Él me había pedido que lo fuera a ver a su casa antes de internarse, pero no pude ir lamentablemente. Ricardo tenía un carácter bastante fuerte, era especial. Jamás pensé en este final, si pensé en otros finales… nunca la muerte”, confesó dolido.
El empresario explicó la cuestionada decisión de hacer un velatorio íntimo. “La última persona que velamos fue a mi abuela y nadie la pasó bien en la familia. Un velatorio es una procesión de dolor de mucho tiempo y cada vez que te vienen a saludar es un puñal que te clavan continuamente. Decidimos no hacer velatorio sino directamente una misa. Él jamás dijo nada sobre su muerte, ni sobre la cremación. Escuché que lo había dicho en la tele y siempre hay tiempo para cumplir su deseo, si realmente fue así. Por ahora, no se puede cremar el cuerpo por la denuncia en curso”, dijo.
"Ricardo era una persona muy enamoradiza entonces sufría mucho. No quisiera poner un manto de dudas sobre el amor de Rodrigo, menos ahora que Ricardo no está".
En medio de tanto dolor, Eduardo recordó la relación que lo unía con su hermano menor. “Ricardo tenía sus cosas, era bastante caprichoso. Si no se hacía lo que él quería, se enojaba, pero teníamos nuestros momentos de buenas charlas. Había que saber acercarse y alejarse cuando estaba enojado. Siempre hay disputas entre hermanos”, contó.
También se refirió a Rodrigo Díaz, la última pareja del mediático. “No tenía contacto, lo he visto y cruzado alguna vez, pero no tenía contacto con él. La vida privada de mi hermano era de él, tuvo bastantes parejas controvertidas… o traumáticas para él. Era escorpio, una persona muy enamoradiza entonces sufría mucho. Yo no me metía en sus historias amorosas. No quisiera poner un manto de dudas sobre el amor de Rodrigo, menos ahora que Ricardo no está”, afirmó.
La tenencia de Felipe y Martita, los hijos de Ricardo, quedó en manos de Gustavo Martínez, histórica ex pareja de Fort. “Yo creo que ahora mi relación con los chicos va a mejorar, yo mucho no iba a visitarlos porque no me gustaba el entorno de Ricardo. Gustavo ha venido con los chicos a mi casa muchas veces. Yo voy a estar mucho más pendiente de los chicos, me parece bárbaro que Gustavo y Marisa (la niñera) estén con los chicos”, dijo Eduardo y arrojó un haz de luz sobre la herencia. “Se especula mucho con la herencia de los chicos y esta es una familia normal como cualquier otra. Lo que le corresponde a los chicos, es de ellos. No hay ningún tipo de dudas, yo defendí mucho el patrimonio de Ricardo. La discusión se centraba en el gasto desmesurado de dinero en otras personas que no fueran de la familia”, explicó.
"Dejen un poco en paz a mi mamá, no la juzguen ni la critiquen como si fuera una persona de 40 años. Está tratando de aceptar la muerte de Ricardo".
La familia Fort fue muy cuestionada también debido a que la fábrica no cerró por duelo y Eduardo contó cómo fue que se tomó la decisión. “El tema del duelo en la fábrica son decisiones distintas, yo lo hubiese hecho. Pero cuando falleció mi papá tampoco se hizo”, dijo y aprovechó para defender a su madre, Marta. “A mi mamá la están atacando. Si saluda, la critican y si no hubiera saludado, la hubieran criticado igual. Dejen un poco en paz a mi mamá, no la juzguen ni la critiquen como si fuera una persona de 40 años. Está atravesando el duelo de un hijo. Los hijos entierran a los padres y no al revés, es un dolor muy grande. Mi madre viene de perder a su marido hace seis años y ahora está tratando de aceptar la muerte de Ricardo”, concluyó Eduardo. Un testimonio esclarecedor.