Tenía todo planeado para unas merecidas vacaciones. La reserva de un hotel lujoso, el bronceador para disfrutar de las hermosas playas de Río de Janeiro, la malla en la valija y todo lo necesario para pasar tres días a puro relax. Pero algo falló en el elaborado plan de Alejandro Fantino. Un elemento que no pudo prever y que cambió drásticamente su viaje: Justin Bieber.
El conductor de Animales sueltos relató la imperdible anécdota de su insólito encuentro con el cantante canadiense y cómo el ídolo teen arruinó sus vacaciones. El periodista tuvo la mala suerte de coincidir en el mismo piso del hotel donde estaba la estrella internacional. Sus fieles fans (que se cuentan de a millones) se la pasaban todo el tiempo en la puerta del establecimiento a grito pelado.
Indignado por no poder descansar, Fantino intentó hablar con Bieber para convencerlo de que saludara a los fanáticos y se fueran del hotel. Primero, habló con la gente del personal de seguridad y algunos asistentes. Todo fue en vano. “Salí a chapear diciendo que era una figura pública en Argentina y que había pagado mucha plata por estar en ese hotel y quería dormir”, contó Alejandro.
Empecinado en hablar con el cantante, no se dio por vencido y el conductor se acercó hasta el boliche del hotel, donde Justin disfrutaba de un daikiri. Habló con un hombre de seguridad y ante la (mala) actitud del canadiense, a Fantino no le quedó otra que cambiar de hotel… ¡a las 4 de la madrugada! “Me cagó el descanso”, resumió el periodista. Qué mala pata…