"En principio fue una operación por una ginecomastia. Me quería sacar las glándulas mamarias de una forma muy estética, por la axila. Pero al hacerme la ecografía se encontró que en mi pectoral izquierdo había algo del tamaño de una pelotita de ping pong y me lo tuvo que sacar".
Todo era risas hasta que Guido Süller (52) se puso serio y, con su rico lenguaje académico, definió cuál fue la verdadera razón por la que debió someterse a una cirugía en sus glándulas mamarias. Aunque en un principio podía parecer gracioso, el mediático le explicó a Ciudad.com el motivo por el que debió ser intervenido quirúrgicamente y el susto que vivió.
-¿Qué te pasó, Guido? ¿Por qué entraste al quirófano?
-Acá estoy, en el posoperatorio. Tengo para 48 horas mínimo de reposo. En principio fue una operación por una ginecomastia (engrandecimiento patológico de una o ambas glándulas mamarias). El tema fue que me quería sacar las glándulas mamarias de una forma muy estética, por la axila. Pero al hacerme la ecografía se encontró que en mi pectoral izquierdo había algo del tamaño de una pelotita de ping pong y me lo tuvo que sacar. Lo puso en un frasco y lo mandó para hacer analizar.
-O sea que no todo fue tan sencillo como parecía...
-Exacto. Antes de operarme, al tacto me dolía mucho mucho y en la ecografía saltó eso. No me imaginaba que me iba a encontrar con eso. El médico me tuvo que sacar la glándula mamaria izquierda entera. Todavía no sé cuál es el resultado de la biopsia, pero me dijo que no me preocupe, que cree que está todo bien.
-¿Es cierto que también te hiciste una lipo?
-Sí. Ya que estaba, aproveché y me hice una pequeña "lipito" en la panza.
"Ya que estaba, aproveché y me hice una pequeña 'lipito' en la panza. Lo hice sin contárselo a nadie, porque me iban a decir que estaba loco. Por suerte Tomás me acompañó y estuvo al lado mío, pero Silvia se está enterando por esta nota".
-¡Pero nunca tuviste problemas de sobrepeso!
-Yo hacía mucha gimnasia y llegué a tomar anabólicos. Hace 20 años que peso 70 kilos, pero tenía como una mala praxis alrededor del ombligo que me había hecho mal un cirujano hace años. Había ido a acompañar a Silvia a hacerse el busto y el médico me ofreció sacarme ese poquito de pancita, pero ¡me quedó como un acordeón! Tenía todo feo ahí, como celulítico en la panza. Cuando el médico me vio, me dijo que me lo solucionaba. Realmente estaba acomplejado, con decirte que hace poco estuve en Cancún una semana y no me saqué la remera para nada. Ahora espero quedar bien. Estoy todo fajado, ¡no sé lo que hay abajo! (risas).
-¿Qué dijo tu familia cuando se enteró de que te ibas a operar?
-Lo hice sin contárselo a nadie, porque me iban a decir que estaba loco por lo de la lipo. Hace poco estuve en Animales Sueltos y tiré algo gracioso, pero estaba hablando en serio de esto y nadie se dio cuenta. Por suerte Tomás me acompañó y estuvo al lado mío.
-¿Silvia tampoco se enteró?
-No, seguro se estará enterando por esta nota. Suena muy frívolo y mis viejos capaz tampoco iban a entender bien lo de la ginecomastia. Siempre busqué la aprobación de mi familia y nunca la conseguí. Ahora ya estoy grande y no tengo que pedirles permiso.