"Tres meses y una semana lo sentí dentro mío, le escuchamos el corazón y hasta supimos su sexo. Era el año más feliz de nuestras vidas, el fruto de nuestro amor crecía. Hasta que todo se detuvo y en este momento nos invade el dolor y la impotencia. Creo en Dios y no quisiera dejar de creer en El, sólo le pido que a su tiempo nos regale otro milagro".
El 11 de junio, Nicolás Vázquez (36) y Gimena Accardi (27) tuvieron la peor noticia: habían perdido el embarazo tras una búsqueda que no les había resultado para nada fácil.
La actriz había cumplido los famosos tres meses de gestación, pero igualmente -por prudencia- mantenían la información en secreto entre sus allegados más íntimos. Pero luego de que se conociera públicamente la interrupción del embarazo, Gimena decidió contar lo sucedido a través de su cuenta de Twitter, cuyo último mensaje había sido el 10 de junio, con motivo del comienzo de sus vacaciones, tras el final de las grabaciones de Sos mi hombre.
“Gracias a todos por sus palabras, acá les dejo un par mías...”, tuiteó Accardi, y adjuntó una imagen con el siguiente texto.
"Tres meses y una semana lo sentí dentro mío, le escuchamos el corazón y hasta supimos su sexo. Era el año más feliz de nuestras vidas, el fruto de nuestro amor crecía. Hasta que todo se detuvo y en este momento nos invade el dolor y la impotencia. Sé que el tiempo lo cura todo, y deseo que esto pase rápido. Creo en Dios y no quisiera dejar de creer en El, sólo le pido que a su tiempo nos regale otro milagro".
Nico Vázquez difundió este texto y le respondió con amor: “Orgulloso de vos, amor. ¡Te amo!”.
Hace 4 meses atrás, en Dale! La Tarde, el actor había confesado el deseo que tenían de ser padres. “Uno cree que es fácil y a veces cuesta. Estamos ahí, estamos en un momento donde tenemos ganas, no lo decidimos nosotros, lo decide El. Nos está costando, no estamos haciendo ningún tratamiento. Yo creo que es un milagro tener un hijo, no creo que sea una pavada", había expresado con sus mayores ilusiones.
Ilusiones que se renovarán, cuando el dolor dé paso a una nueva ilusión de dar vida.