El último programa de La Cornisa arrancó tratando el tema del debate entre periodistas, a raíz de la denuncia de lavado de dinero que surgió en Periodismo para todos, que conduce Jorge Lanata. Curiosamente, el intercambio se terminó dando en vivo (y muy acaloradamente) entre Luis Majul y Mónica Gutiérrez.
Luego de que Majul cuestionara el programa de Secretos Verdaderos que presentó Luis Ventura sobre Lanata y en el que él mismo prestó su testimonio, Mónica le preguntó: “¿Para qué te subís a la calesita de Ventura si vos sabés lo que va a pasar?”.
"¿Para qué te subís a la calesita de Ventura si vos sabés lo que va a pasar?", preguntó Gutiérrez.
El comentario disgustó al conductor del ciclo, quien no disimuló su molestia: “Aclaré que iba a ir por una devolución de gentilezas. Dije que no estaba de acuerdo e hice lo que tenía que hacer. Fui a un programa de este canal, porque me piden que vaya a muchos programas de este canal. ¿O a vos no te lo piden?”.
Y disparó: “Me puedo equivocar, me equivoco todo el tiempo. Perdón, como vos te equivocás… ¡te he visto en pantalla! Porque si vos levantás el dedo… ¿Por qué viniste hoy acá?”. La respuesta de Mónica también fue tajante: “Porque vos me invitaste. Estamos en vivo y sé que no me vas a manipular. Yo sólo puedo hacerme responsable de lo que digo al aire y en vivo. Después, lo que se hace con eso me escapa”.
"Me equivoco todo el tiempo. Perdón, como vos te equivocás… ¡te he visto en pantalla!", respondió Majul.
Rápidamente, el cruce llegó a Twitter donde algunos colegas opinaron a favor de Mónica: “Me cuentan que @monigps le está dando una paliza televisiva a @majulluis. Lástima que me lo estoy perdiendo”, escribió Jorge Rial. Angel de Brito acotó: “Clases de periodismo for free by @monigps #lacornisa” y Santiago del Moro twiteó: “Brillante Mónica G.”.
Luego del primer corte publicitario, Mónica ya no estaba en el estudio y ella misma explicó por qué se fue en su cuenta de Facebook: “La presencia de Sergio Schoklender en el estudio me sorprendió ya comenzado el programa. Es un caso emblemático de la ecuación morbo-corrupción. Mi malestar aumentó cuando se puso a explicar cómodamente cómo se roba el dinero de todos mediante tramoyas con la obra pública”, escribió.
“Tengo formación jurídica. Sé que todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Pero sentarme a escuchar a Schoklender cómo se roba sin posibilidad alguna de preguntar qué pasó con la plata de ‘Sueños Compartidos’ me hacía sentir muy mal. Le expliqué a Luis en el corte lo que me pasaba y que prefería irme. Me dijo: ‘bueno, andate’. Tenía el auto en la puerta del canal. Me levanté y me fui. Necesitaba respirar”, explicó la periodista.
Debate planteado.