"Nosotros no tenemos caprichos, nos acoplamos con mucha sencillez. No pedimos seguridad, tampoco nada especial en la casa .Venimos a laburar como nos enseñó mi papá". De esta manera, Felipe Pettinato le contó a la revista Gente (y, de paso, tiró un palito) cómo fue su llegada a Despedido de Casado, la obra de Carlos Paz a la que entró a trabajar junto a su hermana, Tamara, en reemplazo de los hermanos Cannigia.
Además, contó que su papá, Roberto Pettinato, los aconsejó: "Nos dio consejos de actuación, que viéramos la escena, que nos metamos en la piel de nuestros personajes. Y eso tratamos de hacer, no queremos polémicas ni peleas mediáticas".
"Yo soy el opuesto a mi papá, pero a veces me gustaría parecerme a él".
Y, sobre Pettinato padre, acotó: "Admiro su capacidad de hacer reír. Yo soy su opuesto, pero a veces me gustaría parecerme a él. Siempre me dice que primero está el prestigio y luego la fama. Es como mi mentor; él y Michael Jackson".
Por último, ante la pregunta del periodista, dijo no considerarse un artista: "Soy un trabajador del arte que buscar estar en contacto con la gente, que cree que lo que hace tiene sentido si se lo comparte con los demás".