La cuarta temporada de The Walking Dead tuvo un final apasionante que dejó a sus seguidores con ganas de más. Fue un sangriento episodio en el que quedaron abiertos numerosos interrogantes que se develarán en la quinta entrega. Tal fue la repercusión que batió un récord de audiencia al convertirse en el final de temporada más visto hasta la fecha: 15,7 millones de espectadores y 10,2 en demográficos (edades entre 18 y 49), según informó el sitio sensacine.com.
Tras conocer la afición de los habitantes de Terminus por las barbacoas y advertir que en el tiroteo no tenían ninguna intención de matar, las teorías sobre que los extraños supervivientes sean un peligroso grupo de caníbales se han disparado. Robert Kirkman, el creador de la serie, ni lo confirma ni lo desmiente: "Hay muchas posibilidades sobre quiénes son esos personajes y lo que están haciendo. Y esa es definitivamente una de ellas. [...] Quiénes son y su objetivo se descubrirá con cierta rapidez en la quinta temporada", asegura. También habló sobre el destino de Carol, Tyreese y Beth, quienes no aparecieron en el final y para los que ha comenzado a temerse un terrible final: "Lidiaremos con ello rápidamente en la quinta. Podrían estar en otro furgón. Y también podrían estar en la barbacoa, como decís".
"Woodbury era como volver a la civilización. Era un sitio seguro. Tenía un líder que guardaba muchos secretos pero, en la superficie, era un lugar donde las familias podían vivir y la gente sobrevivía. Terminus no es eso. Es un ecosistema completamente alienado con gente muy extraña que vive de una forma muy distinta [...] Son, de hecho, mucho más peligrosos y más aterradores cuando todo sale a la luz", añadió. Igualmente, Kirkman quiere dejar claro que la nueva actitud de Rick (Andrew Lincoln) será crucial en los nuevos episodios: "Ahora tiene la confianza que antes no tenía. Y esa confianza le llevará de la mano hasta la quinta temporada y, teóricamente, les sacará de esa terrible situación". Ahora hay que esperar...