Este lunes será un día bisagra para la televisión argentina: empieza ShowMatch. Y con el inicio de cada ciclo, las fichas se reacomodan para todos. Para muchos es la consagración o el inicio de una carrera; para otros: el Titanic.
La renuncia de Santiago Bal al jurado le salvó el pellejo a último momento a Aníbal Pachano, que había sido separado del ciclo por decisión de la producción.
El primer efecto colateral es para los que están afuera del “círculo Tinelli”. Desde el año pasado, América decidió como política de programación no alimentarse de los conflictos de la pista de Marcelo. Es así, que los programas deben ingeniárselas a diario para generar contenido propio, esquivando cualquier desprendimiento del Bailando. El primero en ver “la que se viene” fue Alejandro Fantino. El animador decidió apartarse de la batalla inicial y tomarse vacaciones por 10 días. Su lugar será ocupado por Pablo Duggan, y Fantino (después de un descanso en Francia junto a su mujer) retomará la conducción una vez que todo se haya reacomodado.
Otros perjudicados son los famosos que se bajaron, fueron descartados o directamente ni convocados por Ideas del Sur. Entre ellos, tres candidatos al jurado que por distintas razones no serán de la partida: Santiago Bal, Ricardo Fort y Graciela Alfano.
Graciela Alfano fue la jurado más escandalosa que tuvo el Bailando. Y justamente esa "virtud" la llevó al destierro mediático. Por ahora sólo comentará todo desde su bendito Twitter.
En el caso de Bal, su decisión de renunciar tuvo varios coletazos. En primer lugar, le salvó el pellejo al arquitecto Aníbal Pachano, que había sido separado del ciclo por decisión de la producción. Con la renuncia del ex de Barbieri, fue reincorporado a último momento. Sin embargo, la partida de Santiago dejó un hueco en la telenovela Carmen-Ayelén-Federico-Beto César, ya que el actor fue el desencadenante de semejante escándalo.
En el caso de Alfano, la jurado más escandalosa que tuviera el ciclo jamás, justamente esa “virtud” fue la que la llevó al destierro mediático. Graciela perdió su lugar privilegiado, y por ahora sólo comentará todo desde su bendito Twitter.
En el caso de Fort, que protagonizó algo similar a su colega, deberá experimentar este año, como es hacer TV con show propio en América, fuera del paraguas tinelesco.
Con un pie casi en la pista, quedaron descartados varios personajes: los ex Soñando por bailar 2: Fefe y Clarita, Joaquín Starosta y Fran (fan de Alfano). Como también la ex GH Solange Gómez Abraham (rival de Cristian U), Josefina Pouso y Estefanía Bacca (que arriesgó su vida cruzando el Lago San Roque, pero el desafío no fue suficiente). Algunos de ellos, seguramente, gozarán del premio consuelo de ser reemplazo.
Zaira Nara se quedó sin pista. Pero consiguió conchabo como conductora de Tendencia. Aunque no tuvo suerte con su debut: promedió 2.5, el arranque más flojo de la historia del ciclo de moda.
Otras que finalmente no ingresaron son las ex de Diego Forlán: Zaira Nara y Vitto Saravia. Cada una de ellas consiguió conchabo en otros canales: Vitto, en Fox Sports; la hermana de Wanda, como conductora de Tendencia. La menor de las Nara, no tuvo suerte con su debut, y el rating le dió la espalda con 2.5 puntos, el arranque más flojo de la historia del ciclo de moda. De ser "El ángel del 13”, al último orejón del tarro del 9.
Un caso testigo de la importancia del ciclo es el de Matías Ale, último confirmado de Bailando 2012. Y quizás, quien más conoce en carne propia el “efecto Tinelli”. El actor se sumó a su primer certamen siendo apenas el novio de Graciela Alfano, y a fuerza de baile y carisma, se convirtió ese año y los siguientes, en uno de los grandes protagonistas de la pista. Realmente, Alé logró dejar de ser sombra de su novia y se convirtió en figura gracias a ShowMatch. Seguramente por eso, no desaprovechó el llamado a último momento que le hizo la producción, para ponerle picante a otras dos participantes (Grecia Colmenares y Floppy Teosuro), que van en busca de popularidad.
La varita mágica de Tinelli se encederá el lunes. Y con ella, el destino de muchos.