La información que di tres años atrás, terminó de confirmarse con pelos y señales en los últimos días de 2013. Fue entonces que el colega geselino Juan Martín Fernández informó que en el Consejo Deliberante de la ciudad balnearia, se denunciaba que Hernán Piquín era personal jerárquico municipal y que había cobrado casi sin contraprestación alguna.
La polémica resurgió cuando el Departamento Ejecutivo envió a los concejales de la UCR la nómina de empleados municipales, en el marco del tratamiento del presupuesto 2014. Allí se confirmó que Hernán Javier Piquín figuraba como subdirector de Cultura, y que nunca había cumplido con las obligaciones del cargo público.
La oposición, quien tiene mayoría de concejales, pidió una sesión extraordinaria por el “caso Piquín”. El proyecto presentado en esa oportunidad buscaba solicitarle informe detallado al ejecutivo sobre el vínculo del bailarín con el municipio. Recién entonces se conoció un ensayo de “explicación oficial”. La misma dejó más dudas que certezas y puso en evidencia que, por lo menos, hay irregularidades administrativas. En medio de la sesión, el presidente de la banca del FPV confirmó que el bicampeón del Bailando era empleado de la municipalidad desde 2011 a la fecha (no podía ser de otra manera, ya que era evidente por la documentación hallada) y que en los últimos días había sido desafectado, tras el escándalo mediático.
Sobre las funciones desarrolladas, se limitaron a explicar que el intérprete había hecho un spot institucional y menciones de las bondades de la ciudad, durante 2011. El intendente Jorge Erneta, quien dice ser amigo personal de Piquín, explicó: “Hernán ya no es empleado nuestro, él me lo planteó en noviembre. Por supuesto una figura a nivel nacional no iba a estar como empleado y tenía que ocupar un lugar jerárquico político como subdirector. Fue una decisión política que sea Piquín, como en algún oro momento fue Manuel Wirtz. Cuando Piquín hablaba en lo de Tinelli con 40 puntos de ratings, ¿qué costo tiene eso?”.
El jefe de gobierno municipal agregó: “Hernán me planteó que no podía seguir porque no va a trabajar ni en Mar del Plata ni en Carlos Paz este año, y va a estar en Buenoas Aires. Habíamos acordado que desde diciembre iba a dejar de ser empleado. Ojalá pueda volver” (escuchar audio).
Sin embargo, la tarea de un funcionario con jerarquía de subdirector, no es “ser imagen” o “hacer chivos” en programas. Para eso, se contratan proveedores o se realizan contratos directos. Pero no es legal pagar la contraprestación con un cargo municipal. Por otra parte, las tareas señaladas fueron realizadas por Piquín sólo en el año 2011. ¿Entonces, por qué se le pagó durante ese año, el 2012 y 2013?
Como si esto fuera poco, uno de los concejales planteó que por presentaciones realizadas por Piquín en Villa Gesell no cobró, aunque sí su Ballet. Esta afirmación se contradice con lo dicho por el bailarín en 2011 en una nota realizada por BDV (Bien de Verano, por Magazine), donde dijo que él “había cobrado por tareas puntuales”.
Por último, si todo fuese tan simple como lo explicó el concejal y el intendente, ¿por qué Piquín ha negado sistemáticamente todo? ¿No hubiese sido más fácil blanquear sus tareas de imagen de la ciudad y que cobra por tal motivo?
En definitiva, alguien cobró durante tres años un sueldo, proveniente de los impuestos de los geselinos, sin cumplir las obligaciones mínimas de su cargo (presentismo, supervisión de personal a cargo, diagramación de políticas culturales). Lo que resta saber es si el dinero ha sido depositado al afamado bailarín en su cuenta personal (y miente al negar conocer esa situación), o si bien su identidad ha sido utilizada para cobrar en su nombre.
Lamentablemente, Hernán Javier Piquín no hizo más que complicar el tema, con sus contradicciones y repuestas esquivas. Y lo central aquí, es la utilización de fondos públicos.