En los últimos días, los profesionales de la salud, que visitan con asiduidad los sets televisivos, protagonizaron sendos escándalos mediáticos. ¿Especilistas en salud afectados por la dependencia a la cámara?
Los escándalos mediáticos de este tipo tienen como notorios referentes a Mario Socolinsky y Alberto Ferriols. El ciclo Puntodoc había presentado años atrás dos cámaras ocultas, una contra el pediatra Socolinsky, planteando que los invitados pagaban para estar allí y que la producción aceptaba hasta falsos médicos para dar recomendaciones a la audiencia; y las más polémica, contra el cirujano, por supuestas faltas éticas (que terminó con el divorcio del Dr. y Beatriz Salomón). Otro caso fue el de la falsa médica Mónica Giselle Rimollo, a la que desenmascaró Telenoche Investiga, ya que esta mujer vendía productos dietéticos supuestamente naturales (en realidad contenían diuréticos que generaban serios problemas de salud).
Sin dudas, si el Dr. Cándido Pérez y sus Señoras vieran todo esto, se horrorizarían...
En las ultimas horas, Máximo Ravenna y Rubén Mühlberger, fueron el blanco de las varias críticas tras denuncias periodísticas. La primera contra el especialista en dietas, que según el testimonio de la empresaria María Luz Alchourron, le vendió la marca para utilizarla para instalar clínicas y luego la habría revendido a otra persona. Por su parte, el especialista en dermo-estética, anti-aging, fitnnes, salud y nutrición, fue acusado por Marcela Feudale, tras un intercambio intenso en Intratables. El médico le "diagnósticó" al aire problemas de salud de una forma agresiva: "Estás hinchada, tal vez tenés que controlar las tiroides. ¿Te sentís muy avejentada? Sos una persona malhumorada, producto de tu problema de tiroides, tenés un problema de inflamación y envejecimiento prematuro". Tras el incidente, el "doctor ortomolecular" se refugió supuestamente en San Luis por un problema personal, y canceló entrevistas previamente pautadas. Las disculpas a Feudale llegaron el lunes, en el aire del programa de Santiago del Moro.
Un tiempo atrás, este mismo caballero se promocionaba como mentor del "cuerpo del futuro", anunciando que gracias a sus indicaciones la gente podía vivir 120 años.
"Podes vivir más de 170 años con estas gotitas", lanzó el viernes el ginecólogo en América. Al respecto, la médica Mariana Lestelle, consultada por Ciudad.com para esta columna, opina: "Sin duda todos tenemos malos días, situaciones personales complicadas. Pero el ejercicio de la profesión implica dejar los problemas en casa, sobre todo cuando trabajamos con gente. Otra cosa para dejar en casa es la soberbia, que los médicos muchas veces portamos como si fuésemos semidioses. Hay reglas básicas en la buena praxis médica, tal como explican los libros de semiología: escuchar al paciente, no prometer la curación. Ver a un colega con un gotero diciendo que tomando eso se viven 170 años es poco serio. Y es lo más perverso de esta historia. Como persona, como médica, soy un ser humano, pero eso no me excusa a la hora de encontrarme con un paciente. No me justifica al maltrato subida desde el lugar de un título, ni de la experiencia. Todos cometemos errores. Pero, en algún momento, hay que pedir disculpas, sin mostrar el gotero".
Sin dudas, si el Dr. Cándido Pérez y sus Señoras vieran todo esto, se horrorizarían...